Capitulo 14

1.3K 60 7
                                    

"A VECES HAY QUE TOMAR DECISIONES QUE DUELEN AL CORAZÓN PERO TRANQUILIZAN EL ALMA"

BASTIAN

 –No me gustan las medias tintas... Lo quiero todo.

–¿Y qué incluye ese todo? –pregunta con cautela.

La miró fijamente y divertido.

 Había pensado que Amira lo entendería sin más explicaciones. Estaba dispuesto a darle lo que ella siempre había querido, algo que  jamás había pensado ofrecer. 

En esos momentos tenía motivos de peso para hacerlo y no quería pensar lo que iba a ganar como resultado. Clavó mi vista en el valle de sus pechos y me excitó todavía más. Quería arrancarle la ropa, perderme entre sus muslos y no salir de allí hasta que no estuviese completamente saciado.

–¿Bastian...?

–Con lo que quiero todo me refiero a que quiero que nos casemos –le explico, apartando los rizos de la frente de mi hijo–. Es lo único que podemos hacer. 

–A ver si lo he entendido bien... –balbució Amira atónita–. ¿Has dicho que quieres que nos casemos?

–Así Mateo se convertirá automáticamente en mi hijo legítimo de acuerdo con la legislación Griega.

–Eso da igual, cualquiera que sepa su edad sabrá que nació cuando tú estabas casado con otra mujer –exclama.

–No importa. El resultado final será el que yo quiero, que Mateo sea considerado mi hijo y que sea mi heredero legítimo. Es su derecho natural y así quiero que sea.

–¿Aunque tengas que casarte conmigo para conseguirlo? –preguntó  Amira con incredulidad.

–Tú te casarás conmigo por el bien del niño y yo lo haré por el mismo motivo. Ambos somos responsables de su nacimiento y debemos anteponerlo a todo lo demás . Se lo debemos.

AMARIS

Estoy desconcertada y mi cuerpo tiembla. Hace mucho tiempo había soñado con que nuestra relación fuese como un cuento de hadas, pero la realidad era  que pusiese los pies en la tierra. 

Me costaba trabajo aceptar que Bastian me estuviese hablando de matrimonio, porque era como volver a abrirle la puerta al tonto cuento de hadas. 

 –¿Estás seguro de que no hay otra manera de asegurar que Mateo sea tu heredero?

–Podría intentar redactar un documento en el que reconociese que es mi hijo, pero lo mejor es el matrimonio con su madre. En el caso contrario, siempre podría haber alguna laguna y los abogados saben bien cómo encontrarlas y hacer una reclamación.

–¿Quién va a querer hacer una reclamación? –pregunte.

–¿Tienes idea de lo rico que soy? –me responde en voz baja–. ¿O de lo que la gente poderosa está dispuesta a hacer para enriquecerse todavía más?

–Supongo que no –admito, sabiendo que pertenecíamos a dos mundos completamente diferentes.

–Cuando yo tenía catorce años, mi madrastra intentó que me desheredasen y que su hijo, que tenía ocho, pasase a ser el beneficiario del fideicomiso familiar. La reclamación solo de desestimó cuando mi abuelo demostró que el hijo de mi madrastra no era su nieto.

Me sentía desconcertada, no sabía que Bastian hubiese tenido aquellos problemas. Me preguntó ¿cómo habría sido su niñez con semejante madrastra? y empiezo a entender que quiere hacer lo mejor para Mateo.

LA AMANTE TRAICIONADA - Mariams RodríguezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora