Capítulo 31

2.3K 160 15
                                    

— Nueva oportunidad —

Estoy recostado en mi cama, con los audífonos puestos, mirando el techo y siendo la una y media de la tarde. Mis padres y mi hermano tratan de convencerme a que me levante, que salga de la cama y vaya con unos amigos a divertirme; tristemente he recibido mensajes de ellos, excepto de Cooper. Quizá nuestra amistad no da para más y tal vez me hice demasiadas ilusiones. Aún así no quiero rendirme, la amo y ella es la chica que quiero. Desde el primer día que la vi me atrajo y no pude sacarme la de la mente.

Ahora me arrepiento un poco de haberme quitado la cadena que me dio (no específicamente fue ella, fue George. Hasta me imagino su rostro lleno de confusión), tocan mi puerta por enésima vez, me levanto soltando un suspiro irritante, abro la puerta y se encuentra Noah junto a Millie. ¿Me han visitado? Me retiro un audífono, los inspecciono de pies a cabeza si no hay nada fuera de lo normal. En efecto no hay nada extraño.

— ¿Qué hacen aquí? — pregunto —.

— A ver cómo estabas — responde Noah —.

— Pues ya me vieron. Tengo ojeras, estoy de mal humor y no me siento física, psicológicamente bien, ahora vayan se — estoy por cerrar la puerta en su rostro, Millie la detiene con su mano —.

— Finn necesitamos hablar — musita —. Sabemos que es por ______ y por lo de su amistad con Jacob, debes desahogar te — y es verdad. Necesito ser escuchado, debo gritar, golpear y llorar hasta vaciar todo mi dolor, enojo —.

Dejo de ejercer fuerza en la puerta. Millie abre y muestra una sonrisa victoriosa. Pasan a mi cuarto y me tumbo en la cama (una legendaria escena de los doctores con su paciente). Ellos se sientan juntos en el borde de la cama (tomándose de la mano y me evito hacer preguntas), me observan esperando respuesta y sin embargo no digo nada.

— ¿Haz intentado hablar con ella? — cuestiona Noah —.

— Ni siquiera le he escrito un mensaje... Ni ella a mí — musito sin apartar mi vista del techo —.

— ¿La extrañas? — esa pregunta es muy obvia, me reincorporo de golpe y lo observo —.

— No Noah... Sólo estoy así por que quiero — digo sarcástico —. ¡Por supuesto que la extraño! —.

— Intenta olvidarla — habla Millie —. Ella te está haciendo esto y no hace nada al respecto. Sal y diviértete — aconseja —.

— No puedo... No lo haré — me recuesto de nuevo —.

— ¿Qué me dices de Cassie? Te subió los ánimos cuando Cooper desapareció ¿no? — asiento con un puchero —. Habla le y sal con ella — dice Noah —.

— No lo sé. No quiero usar a una persona y jugar con sus sentimientos — mascullo —.

— Al menos logrará que olvides a ______ por un tiempo — y me rindo. Esos malditos tienen razón. Tomo mi celular y marco el número de Cassie —.

* En la llamada *

— Finn, Hola. ¿Qué tal? ¿Cómo va todo? — suspiro, estoy cabizbajo, con la mano libre juego con el hilo que se encuentra libre en una de las costuras de mi cobertor —.

— Necesito verte. Te lo contaré todo, lo prometo — digo sin pensar —.

— ¿Es algo grave, algo serio? — me quedo callado, apuesto a que cada quién puede escuchar la respiración del otro —.

— Si —.

— Bien. ¿Nos vemos en el parque del otro día? — y tras recordar que en ese parque pasaron demasiadas cosas (incluidas mi primer beso y la discusión con Cooper) me quedo callado —.

— ¿No hay otro lugar a donde ir? — espero su respuesta —.

— Sé de un lugar... Está por mi casa, un tanto lejos pero te divertirás. Te envío la dirección —.

— Bien, nos vemos ahí — cuelgo —.

* Fin de la llamada *

Dejo mi celular a un lado. Suelto un leve suspiro y de cierta forma me arrepiento.

« Reemplazaré a Cooper. La Reemplazaré con Cassie, la estoy traicionando »

Escondo mi rostro entre mis manos y me quejo en silencio.

— Hey, tranquilo amigo — posiciona su mano en mi hombro Noah, levanto la mirada —.

— Esta es una nueva oportunidad, un nuevo comienzo. Aprovecha lo, la vida sigue — alienta Millie —. Ahora ve por Cassie, lo hagas esperar —.

M E    A T R A E S  ( Finn Wolfhard y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora