El vestido de la novia.

VIII

Los dias pasaron como si de aves en plena migracion se tratase.

Era el ultimo dia antes de la esperada boda y Marinette se encontraba en la lujosa mansion tomando las ultimas medidas y encontrando algun detalle.

El vestido estaba un 95% completo, no era por halagar su propio trabajo, era realmente hermoso.

—Definitivamente hice una buena eleccion al pedirte que crearas tan exquisito vestido.—Adulo el famoso diseñador.

—Digno de una princesa, ¡estoy muy emocionada!.—Exclamo Lila mientras miraba su reflejo.

—Muchas gracias por sus comentarios, en verdad puse mi alma en este vestido, me alegra que les guste.—Agradecio Marinette con una ligera sonrisa, no era completamente lo que se esperaba.

El mayor se retiro dejando a las dos jovenes en la sala, unas empleadas habian llevado los demas accesorios que Lila usaria aquel dia, pues la novia deseaba contemplar el resultado final.

Marinette le ayudaba a colocarse tanto el velo como el hermoso collar de diamantes que Gabriel Agreste le habia regalado especificamente para aquel evento.

Fue cuando levanto el largo cabello castaño de la italiana que Marinette se daria cuanta de algo bastante inusual.

—¿Es reciente?.—Pregunto mientras tocaba la herida con algo de curiosidad.

Lila rapidamente se aparto despertando aun mas la duda de la diseñadora.

—Si, fue un accidente pequeño, pero no es nada de preocuparse.—Respondio aun defensiva pero intentando ocultarlo entre risas amistosas.

—Con una marca asi no te recomendaria usar un peinado alto.—Siguio Marinette restandole importancia.

—Lo tomare en cuenta.—

Era tarde y la visita de la peliazul habia terminado, salio de la mansion con la enorme caja en sus brazos, aun tenia algunos cambios que hacerle al dichosos vestido.

Durante todo el camino se preguntaba el porque Lila tenia semejante quemadura en el cuello.

¿Un simple accidente?, imposible aquello era algo mas.

Finalmente llego a su habitacion, cerro la puerta y arrojo su trabajo sin delicadeza alguna.

Mañana era el dia en que su amado uniria su vida con aquella bruja sin corazon.

Se sento en la cama mientras frotaba sus mejillas con desespero, ¿realmente no podia hacer nada para evitar aquel error?

No, las cosas estaban hechas y si Adrien acepto casarse con Lila entonces no habia nada que hacer.

Decidida a olvidar sus penas, salio de su habitacion para dirigirse al exclusivo restaurante del hotel.

Tenia una pequeña esperanza de que Chloe estuviera ahi para que pudiera acompañarla y mas que nada consolarla, pero evidentemente la vida de una super modelo era bastante ocupada.

No le quedo mas opcion que comer en soledad, simplemente con las melancolicas notas musicales que resonaban en el lugar.