No esperaba encontrármelo por acá, aunque eso no quería decir que fue una mala sorpresa, ni una buena a decir verdad. Aunque tengo que admitir que me puse un tanto nerviosa al coincidir justamente en la clínica donde me hacía mis chequeos, ¿acaso él venía seguido? No lo creo, por lo que me comentó Simón estaba de visita en la ciudad nada más. Salí de mis cavilaciones y le sonreí a lo que Marcus me respondió con un abrazo que realmente no me esperaba. Tal vez por ello no supe reaccionar, dejando mis brazos colgar a mis lados mientras olorizaba su aroma a pino. ¿Cuándo fue que dejó de ser un niño? Estaba tan cambiado que por poco no lo reconocí, sin embargo él hizo el amago de hablarme primero.
─Por un momento creí que no me recordarías ─dijo dando un paso hacia atrás aun sin soltarme por completo. Se quedó un momento mirándome, lo que me puso del todo incómoda por lo que puse mis manos en su pecho y me aparté. Al parecer Marcus notó mi gesto por lo que se apresuró a romper el agarre poniendo más distancia entre nosotros. ─. Lo lamento, es la emoción del momento ─se excusó revolviendo sus cabellos negros y cortos que se extendían sobre su frente.
─No hay problema ─tomé un mechón y lo dejé tras mi oreja, me había despeinado un poco con su abrazo ─. No esperaba verte aquí…
─Menos yo, ¿qué haces aquí? ─no era un cuestionamiento, sino más bien una pregunta soltada para así lograr una firme conversación sin dar tiempo a pausas incómodas, aunque de todas formas no me vino bien su interrogativa.
─Chequeo de rutina, nada más ─repliqué agitando mi mano en el aire ─. ¿Qué hay de ti?
─Estoy quedando en la casa de mi abuela, aunque supongo que mi primo ya te lo comentó, ¿no? ─murmuró haciendo referencia a Simón. Asentí levemente, recordando sus palabras ─. Así que le vine a recoger unos medicamentos.
─Ya veo… ¿Por qué me miras así?
No me agradaba que la gente se quedara observando, analizando cada parte de tu cuerpo puesto que era obvio te sentirías incómodo ya que no sabes si se está fijando en tus pros o en tus contras. Era clara tener esa duda, la gente suele ser cruel y juzgadora aun cuando no tiene un fundamento sobre el que crear su crítica.
─Lo lamento, es que aun no caigo en cuenta… ─hizo una pequeña pausa rascándose el mentón mientras me daba un último vistazo ─. Realmente estás cambiada ─fruncí el ceño, su tono no me permitía saber si eso era algo bueno o malo ─. Tranquila, no es nada malo. Solo que… supongo que ya no eres la niña pecosa con la que jugaba de niño.
No, ya no lo era. En mi vida hubo un antes y un después bien marcado. La línea de tiempo estaba dividida en dos, Marcus solo conocía la parte anterior a esta versión mía que le estaba presentando. Tanto mi personalidad como mis actos habían cambiado mucho volviéndome en alguien irreconocible, por eso me sorprendió que haya logrado recordarme luego de siete años de no habernos visto.
─Ni tu el crío que llevaba el pelo en los ojos y un balón a todos lados ─me encogí de hombros ─. Todos hemos cambiado…
El viento golpeando con mis mejillas me hizo dar cuenta que mientras hablábamos nos habíamos movilizado hasta la salida de la clínica. Estábamos ahora detenidos en medio de las puertas, entorpeciendo el paso de la gente que nos daba miradas de reproche aunque ninguna nos decía algo. Froté mis manos soltando mi aliento entre ellas, sintiendo nuevamente el frío que me había sido arrebatado por el aire acondicionado descompuesto de la sala de espera. Noté además, viendo a través de las puertas de cristal, que había comenzado a caer pequeñas gotas que no dañarían a nadie, sin embargos no me entraban ánimos de mojarme.
─Pobre del que se tenga que ir a pie, ¿no? ─se burló el pelinegro a lo que yo le entregué una mirada envenenada que no tuve tiempo de ocultar. Marcus me miró curioso con una sonrisa ladeada ─ ¿No tienes carro?
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Mi héroe.
Fiksi Remaja—Al principio —comencé a hablar con mi voz temblorosa, ésta se reguló al rato —, solo podía sentarme en el escritorio de mi habitación y golpetear con un lápiz sobre la libreta. Lo único que pude avanzar en dos semanas fue el título, así que por día...