Capítulo 25 (Alejandro)

2.2K 177 7
                                    


Salgo de la sala de juntas y me despido de mis inversores dándoles la mano y asegurándoles que muy pronto van a tener noticias mías.

Busco con la mirada a Amanda y la encuentro sentada en los sillones junto a los ventanales, perdida en el paisaje. Me la quedo mirando disfrutando de lo que veo. Es una mujer sumamente hermosa. Se la ve tan relajada y perdida en lo que sea que está pensando, que no quiero interrumpirla.

Me acerco lentamente tratando de que este momento dure por lo menos unos segundos más. Cuando estoy a un escaso metro de ella le digo:

—Mi reino por saber qué es lo que estás pensando. —

Ella se gira y me regala la sonrisa más hermosa. Le sonrió también. Poniéndose de pie, me dice:

— ¿Y, cómo te fue? —

Me acerco a ella y la abrazo por la cintura. Puede sonar muy tonto, pero extraño tocarla.

—Me los metí en el bolsillo. Ya tengo inversionistas... — luego la beso.

Cuando nos separamos Amanda me mira y con una gran sonrisa y algo en la mirada que realmente me gusta que este ahí, me dice:

— ¡Te felicito! Sucumbieron a tus encantos...—

—Hay una sola persona que me interesa que sucumba a mis encantos, como decís vos... —le digo y la beso nuevamente.

—Quedate tranquilo, que me parece que esa persona ya sucumbió...—

La beso nuevamente. Temo que me estoy haciendo adicto a esto.

—Perdón que los interrumpa nuevamente... pero Alejandro te necesito un momento antes que te vayas. Perdón...—

—Anda a trabajar. Yo te espero acá. — me dice Amanda para luego darme un beso rápido.

—Enseguida vuelvo y nos vamos al departamento. — la beso y me voy contra mi voluntad. Me acerco a Carla, que me está mirando con cara de culpa y le digo: —Vamos mal tercio...—

—No me digas así. Me siento horrible por estar interrumpiendo. Pero venís muy poco y menos aún del ánimo que tenés hoy... Realmente Alejandro, me pone muy feliz verte tan bien... Ya ni me acuerdo cuando fue la última vez que estuviste así. —

Con Carla nos conocemos desde hace muchos años, inclusive antes de que empiece con mi fobia. Ella comenzó a trabajar en la empresa como recepcionista y poco a poco se fue ganando mi confianza y la ascendí. Cuando fue que se me declaro la fobia, ella fue la que sostuvo la empresa, se la cargo en la espalda. Hoy en día es una extensión mía... Todos los contratos y tratados pasan por sus manos. Si bien ella dice que es mi secretaria, en realidad ella es mi mano derecha.

—Sí, realmente estoy mucho mejor. Amanda hace que quiera estar bien, quiero poder darle todo lo que se merece. —

—Me pone muy feliz escucharte hablar así. Te mereces estar bien. Sos un gran tipo... Y ella me encanta para vos. Tenés el visto bueno de parte de la tía Carla... — me dice haciéndome reír.

—Menos mal... porque si no, no sé qué iba a hacer, me metí hasta el cuello. —

—Ya me di cuenta...—

Llegamos a mi oficina y me encuentro un montón de carpetas en mi escritorio. La miro de reojo, entonces ella sonriéndome me dice:

—Tengo que aprovechar que estas acá...—

Me paso la próxima media hora firmando documentos. En cuanto me puedo liberar, junto mis cosas y salgo a buscar a Amanda. Ella al verme con todas mis cosas me dice poniéndose de pie:

Alejandro  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora