1. La historia de la pareja que no podía vivir sin el otro

Parte II: Quiero verte

Arthit entró en un café y se acercó caminando a la mesa donde estaban cuatro personas reunidas. Todos vestían ropa deportiva, excepto él.

—Ai'Arthit, ¡estás aquí! —Knot le dio la bienvenida.

—Es sábado por la mañana, ¿por qué estás aquí? —Dijo Bright. —¿En dónde está Kong? ¿Por qué no lo trajiste?

Toota golpeó a Bright en la cabeza.

—¡No tienes sentimientos!

Arthit sonrió con amargura.

—Tiene trabajo este fin de semana.

—Eso de verdad no está bien —comentó Prem mientras daba un sorbo a su vaso de té helado.

—No —Arthit negó mientras intentaba reír. —Estoy bien. Él tiene trabajo y...

—Ai'Knot, ¡dale un espejo! —Gritó Bright.

—¿Por qué? —Arthit se veía confundido.

Knot rio.

—Sabes, tienes que ver tu expresión cuando dijiste que estabas bien. A eso se refería él.

Arthit sabía que no podía mentirles a sus mejores amigos.

—Quiero leche rosa ahora mismo.

Justo cuando Arthit pidió su leche rosa, la camarera vino a traerla.

—¡Aquí tienes! —Toota le ofreció un gran vaso de leche rosa. —Ya la habíamos ordenado para ti antes de que vinieras.

—Gracias —Arthit empezó a sonreír cuando su amada leche rosa estuvo frente a él. —Pero en serio, estoy bien. Aún nos enviamos mensajes, como siempre. Sucede todos los días. Es sólo que no podemos vernos. Eso es todo.

—Yo nunca tendría suficiente con enviarnos mensajes —Prem intentó provocar a Arthit (en el buen sentido). —Preferiría vernos una vez por semana en lugar de enviarnos mensajes todos los días.

Bright estuvo de acuerdo.

—Una vez rompí con Pern porque ella estaba ocupada con su trabajo cuando se suponía que debíamos ir a la playa.

—Ai'Bright, ¡fue tu culpa haberte enojado sólo por eso! —Toota regañó a Bright. —Quien estaba triste fue Pern.

—Eso es cierto. Me daba lástima Pern en ese entonces. Te excedías —comentó Prem.

Knot rio.

—Nadie estaba de tu lado en ese entonces, Bright. Tuviste suerte por que ella quisiera volver contigo.

—Entonces, ¿todos ustedes piensan que estoy bien con sólo enviarle mensajes? —Arthit se sintió ofendido. Su tono fue más alto de lo normal.

Todos sus amigos se giraron para encarar a Arthit. Parecían sorprendidos, pero no por la ira de Arthit. Estaban sorprendidos por que la provocación de Prem hubiera tenido éxito.

—Yo... no lo creo —respondió Toota.

—¿Entonces por qué hablaban de ese modo?

Bright negó la cabeza con incredulidad.

—Este chico se ha vuelto difícil.

Prem sonrió.

—Quien cree que eso está bien eres tú. Tú nos dijiste que estabas bien. Nosotros nunca lo creímos.

Arthit se sorprendió. Hasta ahora lo entendía.

—Tienes que calmarte —Knot dio una palmada a su hombro. —Toma tu leche rosa.