Capítulo 3

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Los santos inocentes.



BaekHee se encontraba con ropa de dormir en la barra de la cocina, esperando que su tía le alcanzara su chocolate caliente y sus deliciosos bizcochos de fruta.

Era veintiocho de diciembre, unos días después de navidad, donde su madrina le dio por obsequio un hermoso abrigo de color rosa pálido y unas zapatillas blancas con decoraciones del mismo color. Su padre le había regalado unos pendientes de flores bañados en plata y su madre le había regalado una muñeca.

—¿Cuántos años piensas que tiene tu hija? ¿Siete? —Preguntó el señor Byun con un sarcasmo muy venenoso mientras tomaba el obsequio de las manos de su hija. Quién tenía una mueca de disgusto en el rostro — ¿No pudiste comprarle otra cosa?

—Pues en este lugar no hay mucho de donde escoger — Realizó un gesto despectivo a su alrededor. Su hermana que se encontraba a pocos pasos de ahí, disfrutando su bebida caliente en el sofá de su casa, frunció el ceño.

—Yo que sepa el regalo lo debiste comprar con anticipación, tarada.

BaekHee escondió una risa en una supuesta toz.

—Soy tu mayor, respétame —Siseó la señora Byun a su hermana.

—Estás en mi casa — Espetó la tía de BaekHee para luego beber de su café tranquilamente — Sino te gusta... —Se encogió de hombros y señaló la puerta con un simple gesto de cabeza —... Vete, hay muchos hoteles a los alrededores.

Al día siguiente la señora Byun se había marchado a uno de esos hoteles cercano a la casa de su hermana completamente sola, ya que su esposo e hija no desearon seguirla para que escucharan sus berrinches.

Los Byun habían aceptado hospedarse en la casa de la tía y madrina de su hija, pensando o esperando que esta se encontrara en Madrid, por lo que no reservaron ningún hotel. Aunque la menor de las Jung's no los corrigió en ningún momento cuando le preguntaron si ella vivía en aquella parte de la ciudad. Ella sol había dicho que vivía en el lugar más hermoso de toda España.

Aunque, en opinión de BaekHee, aquello era verdad.

Cuando los Byun llegaron al aeropuerto de Madrid, se encontraron con la sorpresa que debían de tomar otro vuelo hasta la ciudad de Valencia y de ahí tomar un autobús, donde su hermana se quejó todo el trayecto, hasta Morella.

Morella era conocida como uno de los pueblos medievales más bellos de España, donde la nieve cubría hermosamente las casas rurales. El pueblo estaba rodeado de hermosos paisajes montañosos, bosques y barrancos.

Creciendo Juntos [2] ➵ [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora