- Lo siento, voy a salir un poco.
Cerré la puerta tras de mi, ahogando las voces de ellos. Mis ojos estaban cansados y mi mente estaba llena de cosas. Estiré mis piernas y recorrí lo que debía ser el departamento de Jason.
Era súper moderno. Había mucho espacio: podía observar la cocina, el comedor donde habíamos comido a su lado. Las habitaciones estaban en otro sector. Miré al suelo, que estaba echo de un material que no pude reconocer, seguramente caro, como todo el resto de la casa.
De todas formas, no aparentaba ser una.
El techo era alto. No podía llegar a ver las ventanas, pero éstas eran muy grandes y dejaban entrar mucha luz. Observé el cielo, que se veía claramente.
Luego, fui caminando hasta que encontré una puerta que no había abierto hasta ahora. Hace mucho que no miraba la luz del sol, y lo necesitaba. Pero eso no fue lo que encontré.
Estaba frente a un largo pasillo con una gran pared de cristal al costado, que dejaba entrar una luz muy clara, proveniente de un gran pozo lleno de luz. Me pregunté qué habría abajo. Miré a las paredes sin la ventana, que tenían puertas como la de Jason. ¿Acaso también vivían aquí? Estaban enumerados, cada uno. La gente caminaba, con hojas o carpetas bajo sus brazos. Traté de escabullirme entre ellos. Caminaban casi en silencio, o murmuraban cosas que no podía llegar a escuchar. Vi a un hombre observando la pared de cristal, y decidí acercarme a donde estaba él.
- ¿Dónde estamos? - Fue lo primero que le dije. El desvió la mirada del cristal, al que yo todavía no había mirado, y sonrió. Era joven, como Jason. Pero no era parecido a ninguno de los que estaban allí.
- ¿No trabajas aquí, verdad? - Me preguntó.
- ¿Trabajar? - Dije algo sorprendida, y luego vi una puerta de un ascensor. Fui corriendo hasta allí. El chico se despidió, y yo hice lo mismo. Entré al ascensor.
Aparentemente, estábamos en el piso veinte. Traté de ocultar todas las memorias que eso me trajo y apreté el botón de planta baja. Si quería ver lo que estaba pasando, mejor empezar de cero.
Cuando se abrió la puerta, vi una especie de recepción a la gran entrada. Había un gran cartel con indicaciones en la pared, como "Experimentos, piso 4" o "Computadoras, piso 2". Me acerqué a él a observar todas las categorías. Como lo imaginaba, "Departamentos de investigación personal, piso 20."
Estábamos en un edificio de investigación.
Y estaban investigando a los Búhos.
Cuando un sonido, que sonaba como una especie de alarma, hizo que se despejara parte de la gente que estaba, volví a subir al piso de Jason. No había nadie, excepto el chico, que seguía mirando. Me acerqué a él y en vez de hablarle, sólo miré hacia abajo. Era muy alto, y sólo podía ver unos puntos que no pude descifrar qué eran por su lejanía.
- Deberías ir a verlos. - Me dijo el chico. - Te sorprenderán las cercanías que tiene con el sistema de los Búhos. Es increíble. - Asintió conforme. - Una réplica genial. - Dijo otra vez. Yo asentí y fui para el departamento de Jason. Necesitaba que me dijera varias cosas, y entre ellas el por qué estamos aquí.
Y qué es este lugar.
Y para qué nos salvaron.
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Sobreviviendo.
ParanormalUn descubrimiento. Una carta. Un reality que se vuelve una pesadilla. 3 lugares. 3 personas. Un fraude. Una investigación. Marianela se encuentra en graves problemas al encontrarse con un grupo de gente que tratará de hacer su vida imposible. Deberá...