Mis mejillas estaban empapadas gracias a las las lágrimas. Estaba destrozada, vacía y borracha. ¿Por qué razón Jungyeol me había dejado? ¿Por qué justo ahora cuando mi vida era tan desastrosa? Joder... ¿En serio había sido tan mala novia cómo para que él me dejara de la manera en la que lo hizo? ¡No merecía ser tratada como trapo rastrero! ¿O era perro rastrero? Ni puta idea. Igual no me iba a dejar tratar de esa manera, o por lo menos, no de él.
Limpie mis lágrimas con la manga de mi suéter y sonreí. Tenía que festejar por estar soltera, no llorar por un idiota insensible como Yeol. Agarré el vaso de vodka que tenía en el mesón de la cocina y lo tome a pecho, sin ningún ápice de mala cara.
Lo estampe en el dichoso mesón nuevamente y sonreí. Basta de sufrir, Marie. No lo mereces.
Me repetí una y otra vez en ida para el equipo de música. Unas canciones de The Neighbourhood no le caería mal a nadie.
Me coloqué en cuclillas delante del equipo y lo conecte por medio de bluetooth con mi celular, seleccione Prey, le subí el volumen al máximo. Gracias al cielo la residencia era de la universidad, y pues, vivíamos puros jóvenes en ella, así que no había problema con la cuestión de ruido y todo eso. Todos los chavales hacían fiestas salvajes normalmente, y nadie se quejaba.
Di pequeños saltos hasta el mesón y agarre la botella de vodka la cual estaba por la mitad. Di un largo trago e hice una mueca. Moví mis caderas levemente dejándome llevar por el ritmo de la música y poco a poco me acerque al teléfono fijo. Era hora de pedir pizza para el despecho.
Marqué el número que estaba en la nevera de la pizzería más cercana y espere a que contestaran. No duro mucho hasta que una chica contesto.
— Buenas noches, ¿De qué será su orden? — Su voz era chillona y aburrida. Demasiado aburrida para mi gusto.
— Uhm, buenas noches. Por favor una pizza familiar, de jamón, doble queso y maíz; junto una coca-cola.
— Serían veintidós con cincuenta, ¿Desea algo extra?— Papas fritas, gracias.
Del otro lado de la línea se escucho algunos golpes del teclado.
— Bien. En total seria veinte dolares con cincuenta ya que hay una promoción. ¿Dirección?Le di mi dirección y me dijo que el pedido llegaría a las 12:00a.m.
Colgué y mire el reloj que reposaba en la pared de la cocina. Eran las 11:50p.m, solo tenía que esperar mi pedido en diez minutos y listo. Iba a ser la mujer más feliz del planeta drogándome con pizza, refresco y papas fritas.
corrí con emoción por la sala dando tragos largos a la botella y riéndome sin motivo alguno. Fui a mi habitación y abrí la gaveta de la mesita de noche para sacar una cajetilla de cigarrillos. Eran con sabor a fresa y chocolate, también apaciguaba el olor a humo.
Me dirigí nuevamente al salón y cambie la canción por una más activa, Goosebumps de Travis Scott, oh sí.
Busque mi mechero en una de las chaquetas que colgaban en el perchero y saqué un cigarrillo de la cajetilla para ponerlo en mis labios, luego apreté la punta del cigarrillo explotando una pequeña pelotita que contenía en sabor; posteriormente lo encendí y di una larga calada. El sabor a fresa y chocolate paso por mi garganta dulcemente y acaricio mis pulmones. Expulse el humo por mi nariz y mordí mi labio inferior. Estaba muy relajada, gracias al cigarrillo.
Pegue el boquilla de la botella en mis labios y di otro trago, más largo que los anteriores, la despegué y cerré mis ojos con fuerza, la garganta me ardía como el diablo.
Me acosté en el suelo mirando el techo blanco, adornado por una bombilla del mismo color encendida. Di un largo suspiró y puse la botella a mi lado izquierdo mientras daba otra larga calada a mi cigarro.¿Qué había hecho en mi otra vida para que el mundo me desamparara? No solo lo decía por Jungyeol, a pesar de que me dolía que me hubiera dejado, y la forma en que lo hizo, no era solo por él. Lo decía en general.
Principalmente , mis padres. Joder, me echaron de la casa solo porque quería estudiar psicología, y ellos querían que estudiará abogacía. Ni sabía de leyes, ni me gustaba. No me sabía defender sola, ¿Y ya iba a defender a otro tío solo por dinero? Por Dios.
Además, solo querían que no estudiara psicología porque la tía Betty sufría de esquizofrenia —también porque en toda la familia eran abogados prestigiosos, pero principalmente era por la tía Betty—, ¿Qué mierdas me influía a mí que la tía Betty sufriera de esquizofrenia o no? Al revés, me hubieran agradecido de que tenía una meta de irme por psiquiatría y hacer mi centro psiquiátrico, en donde iba a tratar a los "locos" como personas, más no como locos, tal cuál como la trataban a ella.
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⮌ 12:00 a.m ; 𝚓. 𝚓𝚑.
Fanfiction⇾ "En donde Jaehyun era un repartidor de pizza, y Marie siempre ordenaba en la media noche."