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Los jóvenes habían llegado a la habitación de Mokuba para que el joven de cabellos cafés dejara a cierto tricolor en el sofá para verlo fijamente con sus ojos zafiros, el pequeño también le miraba fijamente, ninguno de los dos habían pensado que algún día estarían de esa manera tan peculiar, tan cercanos el uno con el otro.

Yugi Mouto solo miraba a Seto Kaiba algo nervioso, nunca había imaginado que le preocupara tanto a Seto Kaiba; era algo que podía considerar imposible, según su punto de vista.

Seto Kaiba lo miraba fijamente, no se abría imaginado que el pequeño tricolor estaría tan afectado por la despedida del faraón, se notaba cada centímetro de su rostro, desde su piel hasta sus orbes amatistas; no habría notado que el pequeño era tan frágil y delicado; como si fuera un delicado lirio de lago.

_ Bueno ¿Quieres ayudarme a buscar algo elegante para ti? _ dijo Seto Kaiba rompiendo el silencio de la habitación para sin poder evitarlo toma la mano del pequeño tricolor.

_ ¿Eh? Si _ dijo el pequeño de orbes amatistas con un pequeño rubor en sus mejillas pero también con una pequeña sonrisa.

Tomados de las manos solo se dirigieron al guarda ropas del hermano menor del joven de cabellos cafés igual de grande que el de este.

Aunque cierto tricolor se encontraba asombrado de tanta ropa, ni el tenía tanta ropa.

_Dime Yugi que corbata te gusta ¿La roja o la azul? _ dijo el CEO sonriendo levemente mirando al menor.

_La roja_  dijo sonriendo amablemente.

Kaiba solo le devolvió la sonrisa levemente, tomo la corbata junto un conjunto de una camisa blanca con unos pantalones negros; para ponerlos a su lado. Le hizo un seña para que levantara los brazos, lo cual el pequeño Yugi acertó con la cabeza para hacer lo que el mayor de cabellos cafés le había indicado que haga.

Kaiba por otro lado le quito la remera que llevaba puesta con delicadeza para no llegar a lastimarlo con algún mal movimiento o algo parecido, aunque el no lo sepa, en su subconsciente quería ver el pequeño y frágil del de menor altura. Al terminar de quitarle la remera pudo ver como unos orbes amatistas lo miraban con atención y cierto brillo que de alguna manera le parecía lindo  y mas si se trataba de que este en el rostro de su ex rival.

Un vago pensamiento paso por la cabeza de Seto Kaiba ese día...

(Yugi Mouto no puedes ser tan lindo)

Al darse cuenta que no le colocó la camisa se apeno un poco,para tomar la camisa y abrirle los botones para pasar los delicados y delgados del pequeño tricolor.

Mientras que el pequeño Yugi no podía creer lo que estaba pasando....



Perdón por la tardanza no siempre puedo publicar.

Espero que les guste esta parte.

Bye.

Después del dolor viene la felicidad  //Rivalshipping//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora