Piensa muy bien en ello, donde estamos a donde vamos. Al final del camino donde la señal cambia a punto de despegar, puedo imaginarte. Esta noche espero que me abras tu corazón. Entonces seré un refugio para ti...
El cartel de luces neón ilumina un poco la desolada calle. Una mujer fuma un cigarrillo; cada calada es dada y, con ello, la oportunidad de aquel hombre ajeno de clavar sus incisivos en la piel blanca de la damisela.
El hambre lo carcome. Su boca esta comenzando a secarse. Y, repentinamente, su pene comienza a palpitar de manera extraña.
Sabe que no es por la dama. Voltea a todos lados dispuesto a encontrar al dueño de su palpitante miembro.
Lo encuentra.
Es tan excitante que duele. Su figura curvilínea y la manera en la que, inconscientemente, mueve su trasero al caminar es un paso más a tomarlo en la calle y follarlo sin piedad alguna.
Es tan afortunado que el chico se detenga y voltee en dirección al vampiro. Un suspiro sale de la boca de éste y un tirón en su miembro.
Por el contrario, el humano solo atina a mirarlo tan intensamente que hasta a él le da miedo. Siente que pertenece a lado de aquel sujeto. Quiere ser dominado y, sobre todo, amado por aquel ser.
Pero la mirada del humano recae en el piso, acción que alerta al vampiro. La piel de los dos individuos se eriza y saben que aquello puede traerles mal.
Mucho mal.
La noche oscura me recuerda a ti. Es tan extravagante. Tu brillante corazón siguiendo este camino. Dime cuanto lo quieres, cuanto lo necesitas. Tenemos suficiente tiempo para sumergirnos en le cielo. Sumergirnos en la noche. Cariño podemos quedarnos despiertos.
Solo una semana después de aquel pequeño encuentro, el vampiro lo ha estado vigilando. Mira cada uno de sus movimientos, que horarios son los indicados para verlo, su comida más regular y que lugares concurre.
El tercer día de la segunda semana vigilandolo ve que el humano desvía su camino. Alerta de aquello decide seguirlo.
Tan solo una estación del metro y tres cuadras después ve que, sigilosamente, el humano entra a una tienda un tanto exótica.
Una Sex Shop.
Lo sabe por como celosamente las ventanas tiene una cortina, aun si es transparente trata de cubrir un poco el contenido que aquella tienda.
Divisa como hombres y mujeres salen de ahí con bolsas negras de un muy buen estilo. Tal vez son de plástico, pero aquello no les quita que puedan ser de un muy buen diseño.
Diecinueve minutos y veintidós segundos después el humano sale con una de esas tantas bolsas. Se ve que trae un muy buen contenido, pues aquello hace abultarse y ser más evidente.
Algo dentro del vampiro pide seguir al humano hasta su hogar. Debe de ser la primera vez. Y siempre dicen que las primeras veces son un tanto peculiares.
Ven a mis brazos.
Cariños podemos quedarnos despiertos. Enamorando nos hasta el punto más profundo.
Cerca el uno del otro.
Labios a punto de tocarse.
Eres simplemente perfecto.
Llenaré el espacio en tu corazón.
Para que este completo conmigo.
No dormidos esta noche, estamos haciendo el amor...
ESTÁS LEYENDO
S T A Y U P
VampireLo mira, sonríe y suspira porque aquel humano será suyo. Sin embargo nunca imagino haber encontrado al que fuese el amor de su vida. Un simple y monótono humano. Uno de tantos que finalmente lo hará experimentar cosas fantásticas. Su humano. Su D...