•Don't stop loving me• 3°《Daniel Seavey & Jonah Marais》

Three.

Abrí la puerta y Daniel entró con Mía colgando de su hombro completamente dormida.

-iré a acostarla-susurró, asentí sin responder mientras me quitaba el abrigo-¿no me hablaras?

-La niña está dormida-contesté obvia.

-no me interesa, ¿cuál es tu problema? dime, porque no podremos arreglarlo si no me lo dices.

-¿papi?-la pequeña elevó un poco la cabeza mirándolo.

-hola princesa-le sonrió-¿te desperté?-la pequeña asintió mientras se fregaba un ojo-lo siento, cariño-hizo una mueca-¿vamos a dormir, mejor?-asintió y volvió a apoyar su cabeza en el hombro del ojiazul.

Me dio una última mirada y luego subió con lentitud.
Solté un suspiro y me dirigí a la sala dejado caer mi cuerpo al sofá ¿que estaba haciendo? ¿enserio me enojaría con él por algo que ni siquiera era su culpa? si no de mis malditas inseguridades. 

Tardo unos cuantos minutos en volver a bajar pero finalmente lo hizo y se sentó en el sofá de en frente mirándome serio.

-¿me dirás cual es el maldito problema?

-primero que nada-me senté mirándolo de igual manera-te calmas ¿te queda claro? porque no tienes ninguna razón para estar hablandome así.

-¿eso crees?-elevó sus cejas-¿acaso no eres consciente del papelón que hiciste frente a los chicos? pusiste super incómoda a Steph-negué.

-no inventes cosas.

-La pobre ni siquiera entendía la situación y tu saliste a decir que Aubrey es una persona que Zach nunca miraría-amase mi cara calmándome un poco.

-estaba enojada ¿bien? no puedes culparme.

-¿tu crees?-rodó los ojos mirando hacía otro lado-armas problemas por nada, siempre lo haces.

-¿disculpa? la devoraste con la mirada, ¡enfrente de mi! por favor, vi como estudiabas todo su maldito cuerpo como si yo ni siquiera estuviera allí.

-claro no.

-no intentes excusarte, yo estaba allí contigo.

-¿cual es tu punto? ¿la toqué? ¿le hice algo? ¡no! Ni siquiera le hablé, literalmente no tienes nada por lo que reclamar.

-¡tenía miedo! ¿bien? ¿no puedes entenderlo? Aubrey logra sacarme de mis malditas casillas ¡lo sabes mejor que nadie!, se todas las malditas cosas que ella puede llegar a causar en ti ¿que esperas que haga? no puedo simplemente sentarme y ver tranquilamente como la miras sin sentirme por lo menos un poco mal-sentí mis ojos aguarse, diablos ¿enserio iba a llorar?

-cariño-Daniel rodó los ojos y se acercó sentándose junto a mi.

-lo siento-hablé con un hilo de voz.

-tranquila.

Me abrazó y sentí algunas lágrimas salir, muy bien Zoe, se la reina del drama no pierdas el primer puesto.

-Sabes que no deberías ponerte así, Aubrey es...algo pasado, lo sabes.

-sí, lo sé, pero fue tan horrible ver cómo la mirabas, lamento todo esto.

-no pidas perdón por sentirte mal, ven-se incorporó tomando mi mano.

Me quitó las pocas lágrimas de mi rostro y luego sujetó mi mano para caminar hacía la habitación. Me hizo entrar y luego cerró la puerta.

-Quiero demostrarte como eres la única chica que logra mover mi suelo-besó con suavidad mi hombro haciendo que me erizara.

Me giró y con cuidado me dejó sobre la cama, y bueno...el resto es historia.

Al acabar Daniel me abrazó y no se cuando pero caí profundamente dormida entre sus brazos sintiéndome nuevamente segura entre ellos.

[...]Daniel

Cuando sentí la respiración tranquila de Zoe deduje que ya había logrado dormirse.
Me alejé lentamente sin despertarla, tomé mi ropa interior y me la coloqué para luego incorporarme, tomé mi teléfono y caminé hacía el balcón, abrí la puerta con cuidado y antes de salir le di una última mirada a la chica sobre la cama.

Dormía tan pacifica, tan tranquila, luciendo tan hermosa igual que siempre.

Cerré la puerta y me apoyé en el barandal dando un suspiro, ¿qué me pasaba? ¿que estaba haciendo?

Me sentía patético, un maldito patán otra vez. Necesitaba hablar con alguien o todo esto comenzaría a devorarme internamente, tomé mi teléfono y fui a las llamas frecuentes llamando al único número que sabía que sería capaz de contestar a las cuatro de la mañana.

-Zach...-di un largo suspiro alborotado mi cabello -lamento molestarte a esta hora.
-está bien, no te preocupes-habló adormilado-¿pasó algo? ¿Zoe está bien?
-ella está...ella está bien...
-¿y tú?-sentí como se removía en la cama.
-Zach...necesito ayuda.
-¿quieres que vaya?-negué aunque sabía que no me veía, mis ojos se cristalizado y en pocos segundo solté un sollozo-Daniel, dime que ocurre o juro que estaré allí en dos segundos.
- lo siento, no se que pasa.
- bien, estoy saliendo para allí.
- no es necesarios que vengas.
- por favor, ¡estas llorando! Ya estoy en el coche.
-antes que llegues quiero que sepas que lo siento...que lo siento tanto...
-estás asustándome.
-lo siento sólo...lo siento.

Corté la llamada y llevé mi mano a la boca, cerré mis ojos con fuerza e intenté reprimir el llanto.

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¿Que creen que le este pasando a Dani?

Zach sigue ganando el primer lugar del hombre de mis sueños, sólo eso.