Rika La Señorita

441 74 24
                                    

Las chicas entraron a mi habitación poco después de que desperté; al parecer esperaban afuera y yo por supuesto que pedí explicaciones.

—... Y por último, atribuyeron el desmayo a una descompensacion en tu organismo por haber tenido tu primer periodo hasta ahora —Dani me explicó todo mientras Jazz me peinaba. Era más fácil hacerlo en mundo de videojuego porque mi cabello se mantenía igual a no ser que la dejara moverlo.

—Pero fue por haberme cortado el brazo y regenerar lo —contradije.

—Si, pero no podíamos decir eso.

—Cierto, cierto... ¿Por qué me siento tan relajada?

—Por los analgésicos.

—Mierda —otra cosa que me dije que no usaría—. Sólo pasenme mi teléfono.

—Claro.

—Tu foto con el traje de osito es muy linda —interrumpió Zoe mientras éste llegaba a mis manos.

—Si, no sabía que te gustaban esta clase de cosas —siguió Daniela.

—Mi Rika es hermosa.

Y las chicas comenzaron a cuchichear sobre mí fondo de pantalla impuesto por Rose mientras yo, en lugar de gritar como siempre, me avergonzaba ligeramente. Podía sentir el rubor en mis mejillas.

Las ignoré y abrí mis mensajes.

[Se que vas a preguntar y si, sin mundo de videojuego y sin magia alrededor, tu cuerpo consumió todo tipo de material (tu sabes, proteínas, lipidos, algo de sangre incluso), para regenerar ese brazo, lo que causó que te desmayaras.

Fuiste muy irresponsable al cortar todo un brazo ¿no hubiera funcionado mejor con sólo un dedo?

A la próxima córtate una pierna, boba]

Recibí mi respuesta en forma de sarcasmo incluso antes de preguntar y bajé mi celular.

Cálmate Rika, no llores, no llores, Rose es así de ruda cuando haces una tontería. no hay por qué alterarse.

Estaba volviéndome más hábil en esto de controlar mis emociones, o eso creía hasta que escuché a Dani.

—Oh, por cierto, le dimos al doctor un pequeño incentivo para que te diera algo para regular tu estado de ánimo.

—Mierda.

—Señorita Rika, tiene visitas —una enfermera llegó a la habitación con una sonrisa de emoción mientras cargaba un ramo de flores... Luego otra con un ramo igual de enorme.

Otra con un oso de peluche algo más grande que mi torzo y mi cabeza juntos, el cuál parecía tener pegada una caja de bombones muy costosos.

Más y más flores y una canasta de frutas.

Miré a las chicas molesta por el gasto innecesario.

—Ninguna de nosotras fue —negaron rápidamente.

—¿Entonces quién?

—¡Rika! Cuando me dijeron que estabas en el hospital, me asusté bastante, es un alivio que estés bien

—Etan ¿Cómo supiste que estaba aquí? —el sujeto que me dio mis papeles de identidad, entró a la habitación.

—Oye, tengo muchos ojos en la ciudad buscando por ti. No bromeabas cuando dijiste que sabías desaparecer... Aunque no esperaba encontrarte en un hospital por... ¿Por qué dijeron que era?

—Una descompensacion en su organismo —respondió una enfermera.

—¿Qué la causó?

La enfermera tuvo la suficiente sutileza para sólo encogerse de hombros.

Emisaria De La Diosa Del Mal 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora