Había una vez un planeta olvidado por todos, cada día el planeta observaba a los demás planetas con habitantes en ellos, aquellos planetas eran felices con habitantes que cuidaban de ellos. Un día, el planeta solitario, cansado de observar, decidió acercarse para ver si así lo tomaban en cuenta, debido a eso, los habitantes de los otros planetas se asustaron pues creían que chocaría con ellos, debido a eso, el planeta solitario, al observar su rechazo decidió regresar abatido hasta donde siempre había estado en la oscuridad.
Finalmente, un habitante solitario de otro planeta decidió ir a él en una nave, convirtiéndose así en su primer y único habitante, aquel planeta sintió una inmensa felicidad por al fin tener una solitaria compañía.