Adam estaba encantado con poder realizar su primer viaje pokémon. La región Galar era inmensa y no veía la hora de recorrerla toda, tener batallas, capturar pokémon y desafiar al alto mando. Con confianza sacó una pokéball y dejó que su Slurpuff saliera de ella para oler el aire fresco.
-Hoy empieza nuestro viaje así que quiero que camines a mi lado, Zira. ¿Estás contento con eso?
Aziraphale había sido su primer pokémon desde que era un pequeño Swirlix y lo rescatara del ataque de unos gamberros. Era sin duda un hermoso ejemplar, de ojos entusiastas, que haciendo honor a su raza tenía el olfato y el paladar más fino a la hora de los dulces. Su madre lo había provisto de muchos bocadillos para su primera etapa del viaje, así que sacó uno de su mochila y se lo dio a Zira.
-Vamos a tomar la ruta 1 para viajar hasta la siguiente ciudad, Zira. ¿Estás listo?
Aziraphale asintió entusiasmado y siguió a su querido entrenador sin quejarse, deseoso de mostrarle como había mejorado en batalla. Tras un par de días Adam ya contaba con un equipo de cinco pokémon y había ganado varios combates amistosos, por lo que ninguno temió ante el desafío de un entrenador adolescente, que en cuanto los vio los abordó con arrogancia.
-Un tipo hada no es rival para mi Seviper. ¡Ve, Crowley!- ordenó el joven liberando a su enorme pokémon serpiente, el cual cayó al suelo con un siseo furioso y congeló a Aziraphale en su sitio.
"Oye, Adam, ¡haz un cambio o me matará!" pensó Zira al ver a su enorme rival abalanzarse sobre él para derrotarlo de un solo mordisco. Adam sin embargo aseguró que confiaba en él, y no efectuó un cambio.
-Vamos, Zira, ¡usa atracción!
-¡Ja! Eso no te servirá, mi Crowley también es un macho así que no se verá afectado por ese ataque!- se burló su rival con seguridad. Pero Crowley, al ver de cerca al bonito Slurpuff de ojos azules, se congeló en su sitio y empezó a balancearse como hipnotizado. Llevaba mucho tiempo combatiendo y no recordaba haber conocido otro pokémon como ese, de tanta belleza, y tanta inocencia. Desoyendo las órdenes de su entrenador, Crowley se acercó a Aziraphale hasta tenerlo a pocos centímetros y susurró, con vergüenza:
-Eres muy lindo... ¿cómo te llamas?
-¿Qué?- musitó Aziraphale sonriendo como idiota sin entender por qué el enorme ofidio no acababa con él tal y como su furioso humano le estaba ordenando.
-Eres muy esponjoso y bonito, y hueles a dulce. ¿Quieres que te regale una baya?
-¡Crowley, eres un inútil!- chilló el adolescente al ver a su pokémon absorto con el hada fofa de su contrincante, y sin miramientos arrojó su pokeball al suelo y la rompió.- ¡No me sirve un pokémon raro que se deja seducir por otro de su mismo sexo! Adiós. ¡Buscaré un Seviper más fuerte que un bicho raro como tú!
-Pero qué tipo desalmado... ¿cómo puede librarse así de su compañero?- comentó Adam indignado acercándose al Seviper y dándose cuenta que tenía la vista clavada en Zira, como si nada más le importara.- ¿De verdad te gusta mi amigo, eh? Es un poco raro, pero... no veo que sea malo. Zira, ¿tú que opinas?
Aziraphale observó a su entrenador, y luego de nuevo al Seviper llamado Crowley. No parecía para nada triste por el cruel abandono de su amo, pero si parecía inquieto en cuanto lo vio alejarse. ¿De verdad se había enamorado de él aunque ambos eran machos?
-¿Vas a irte?- le preguntó Crowley lastimero.
-Debo seguir viaje con mi entrenador... pero... ¿por qué no vienes con nosotros?- propuso tímidamente, a lo que Crowley contestó siseando con gran alegría, acercándose a Adam y dándole golpecitos con la cabeza. Adam sonrió y sacó su última pokeball vacía, atrapándolo de nuevo. A los pocos segundos, sin embargo, Crowley se salió solo y volvió junto a Zira para rodearlo cariñosamente, haciendo que el pequeño tipo hada se sonrojara.
-De acuerdo, de acuerdo, los dos viajarán libres si quieren... ¡Crowley, bienvenido al grupo! No te preocupes que yo no te abandonaré, nunca. Seremos mejores amigos por siempre.
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Si alguien leyó esto pero no está tan al tanto del mundo pokémon, les dejo unas pequeñas aclaraciones:
La región de Galar pertenece a la octava generación de juegos de Pokémon, Espada y Escudo. Decidí elegirla porque Galar está basada en Gran Bretaña, algo más que apropiado para un fanfic de Good Omens. Dichos juegos saldrán a la venta en noviembre de 2019.
Slurpuff es un pokémon tipo hada suave y esponjoso, famoso por su fino olfato y paladar para los dulces. Seviper es un pokémon serpiente de tipo veneno famoso por haber sido uno de los pokémon de Jessie en el animé. Normalmente los tipo hada y los tipo veneno no se llevarían bien, pero hey, esto es amor.
Atracción es un movimiento que hace que el pokémon rival se enamore del tuyo, y por lo tanto no pueda atacar. No funciona con pokémon del mismo sexo, así que técnicamente Crowley no debió verse afectado al recibirlo. De hecho, no se enamoró de Zira por culpa de ese ataque: fue simplemente cosa del destino.
Sé que el "romance" entre dos pokémon puede sonar extraño, y más si son de distinta raza, pero recuerden que yo solo escribo fluffy y por lo tanto es una garantía de que el fanfic se mantendrá inocente. En realidad, en el animé han pasado cosas mucho más locas: por ejemplo, el Meowth del Equipo Rocket se enamoró de un Purrloin (un pokémon gato tipo siniestro) creyendo que era hembra y resultó ser macho. Así de bizarro como suena.
Gran parte de este fanfic será a través de diálogos, pero les aseguro que puede entenderse lo más bien igual. Espero que lo disfruten.
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Trainer Adam
FanfictionAdam es un chico de once años que sale de su pueblo natal, Tadfield, para iniciar su viaje como entrenador pokémon. Está acompañado por su amigo de la infancia, un Slurpuff llamado Aziraphale. Después de presenciar como un mal entrenador abandona a...