QUERIDO VECINO 🌙 (COMPLETA)

CAPÍTULO 41 :

MAL PRESENTIMIENTO :

SERENA :

Me fue imposible no hacer ruido, gracias a que mis sollozos iban cada vez más en aumento, así que Darien logro verme. Se levantó de la cama, y luego de poner dos almohadas a los costados de mi bebé, para evitar que cayera, se acerco a mi. Tomo mi rostro entre sus manos, y beso mis labios mientras sus pulgares trataban de borrar el rastro de mis lágrimas caídas.

— Así que.... Estabas escuchando nuestra conversación de hombres, señorita..— murmuró apenado, pero un tanto divertido a la vez, y yo reí.

— ¡Lo siento!. Te escuché hablar desde que estaba en la ducha, y quise ser presente de ello. — el sonrió y beso mis labios de nuevo.— Te amo como no tienes idea, Darien. —

— ¡Lo se! Y lo que le dije al pequeño hombrecito, es en serio. No quiero esa prueba. Él es mi hijo, yo me haré cargo de el, y se acabó. ¡Ustedes son míos!. Y yo viviré y velaré mi vida entera por ustedes. — capturó mis labios de nuevo, y me beso más pasivamente. Sus labios eran dulces, suaves, y a pesar que tenían un sabor ahora salado por culpa de mis lágrimas, no perdían su dulce sabor. Era un beso tan tierno, que a pesar de que lo estaba disfrutando, tuve que cortarlo, pues aún esa plática de la prueba, estaba pendiente. Aunque ya estaba hecha, mentí un poco, para no decirle que ya lo había hecho. Pues lo que más quería, era convencerlo de que supiera también la verdad.

— Darien... Sé que no estás de acuerdo con esa prueba, pero....debo hacerla. Seiya si quiere saberlo. Esta en su derecho. Así que... — el me interrumpió.

— ¡Bien!. Que se la haga. No hay problema. Mientras no lastimen a mi hijo, por hacer esa estúpida prueba, todo está bien. — replico un tanto molesto, pero yo sonreí.

—No lo lastimaran. Ya pregunté y no harán eso. — seguí mintiendo un poco, y el solo asintió.

— ¡Bien!. Entonces no hay problema. Se la pueden hacer. Pero yo no quiero verla. ¡No quiero saberlo! — suspiré.

— Darien... No es justo que...— el me silencio poniendo un dedo en mis labios.

— ¡Sshht! Dije no. Y es mi última palabra. ¿Entendido? — suspiré rendida y asentí. No había remedio. El seguiría negándose a saber la verdad. Y yo debía respetar su decisión. ¡Pero yo sí quería saberlo!. Además no había prometido nada. Así que una vez, que ya estuviera lista, vería los resultados, para saber al fin la verdad de todo esto.

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Los días avanzaron hasta convertirse en un mes. Mi pequeño cada día crecía aún más. Seguía siendo igual de guapo y hermoso. Sus ojos azules, su cabello lacio y oscuro, lo hacían parecer un muñequito. El resultado de la prueba, había salido desde unas semanas atrás. Darien siguió reticente a querer saberlo. ¡Pero yo sí lo vi!. Mi emoción fue infinita. Digo, me dió pena que haya resultado doloroso para una persona, que yo tanto ame en un tiempo, y más me dolió su cara de decepción, al ver que ese bebé, era hijo de un engaño. Pero así fueron las cosas. Yo no las planee. Las planeo Dios, como suele decir mamá. Incluso antes de saber el resultado, los rasgos en mi hijo, eran más notorios. No había necesidad de una prueba. Sus rasgos y gestos, conforme avanzaban los días, eran evidentes. Y se, que aunque Darien no quería saber, se ha dado cuenta en los cambios físicos de nuestro hijo. Y sé que a notado el parecido en ambos, pero no ha dicho nada. Además también fue motivo para que sospechara algo, cuando Seiya se resigno, y solo veía o llamaba por ambos en ocasiones, y no todos los días, como lo había comenzado a hacer. Pues ya no era la misma obligación que tenía con mi hijo o conmigo. Él tenía sus hijos propios así que no tenía porque hacerlo con el mío. Darien está más que feliz. Una vez conocido el resultado, Darien y yo, habíamos decidido llamarlo, por el color prominente de sus bonitos ojos. Zafiro era su nombre. Zafiro Shields Tsukino. Y a pesar que a la semana del nacimiento, mi Darien tuvo que regresar a Brooklyn, y volver al trabajo, las video llamadas diarias, en donde mi hijo este presente, eran obligatorias.