15. lagrimas de felicidad

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Me despierto al sentir pequeñas toques en mi vientre, cuando soy consiente de los que pasa, veo a mi hermoso ethan hablando con mi bendición dando pequeños besos en mi vientre.

Siento que el verdaderamente esta ilucionado con el bebé, cuando me dijo que quería tener bebés conmigo no mentía.

Amo este ethan tan paterna que estoy viendo.

-Eres tan tierno.-digo interrumpiendo el momento tan feliz.

-Sólo tu sacas esa parte de mi.-me susurra antes de besarme, un beso suave pero cargado de sentimientos.

Nos separamos y nos quedamos mirando a los ojos, su ojos brillan pero es un brillo de felicidad.

¿seré yo el motivo?

En ese momento entra una enferma a la habitación, noto como su mirada va directo a mi esposo.

Ni siquiera me mira a mi que soy la paciente!!

-¿Desea algo?-pregunta mi hombre amablemente.

La muy sinica le sonríe coquetamente, me está empezando a enojar que no respete.

-A la señorita la están esperando en el área de ginecología.-habla todavía sin mirarme a mi.

-Vamos cariño.-me sonríe mi esposo con emoción.

-Solo es la señorita que entrará.-habla la que se quiere robar a mi esposo.

-lo Siento pero es mi hijo y nadie me impedirá verlo.-me siento orgullosa de mi hombre!

Le callo la boca a esa roba esposo.

Con cuidado me paro de la cama, ya que anteriormente cuando fui en búsquedas de Ethan tuve un pequeño mareo, gracias a mi madre que estaba cerca me pudo socorrer.

Se que me dieron 1 punto en la herida que me abrí con el impacto del golpe, no fue gran cosa pero tuvo su consecuencia Y también mi moraleja.

Mi bello amorcito me toma de la mano mientras caminamos, atrás de la roba novio, que todavía sigue mirando con deseo y lujuria a mi esposo, ok no, tampoco exagera pero la tipa le gusta mi esposo, eso lo tengo claro.

Yo se que con lo pendejo que son los hombres posiblemente el ni cuenta se dé de esto.

Pero ya hablaremos.

La sala de ecografía es diferente a la que yo ya había ido, esta se nota que es más moderna más grande, al entra me recibe otra chica, de más edad, ya que es una doctora y está si que respeta hombres ajenos.

-Buenas, yo soy Lisbeth y seré tu ginecóloga hoy, veremos como esta esa criatura.-su calidez me hace recordar a la de una madre.

-Bien, según el informe, tuviste una pequeña caída y veremos si la criatura mo sufrió daño.

Daño.

Mi bebé puede tener algún daño a causa de mis acciones.

Me acuesto en la cama, como ya lo había hecho anteriormente, me introduce el pequeño aparato que permite ver a los bebés, cuando son tan pequeños de edad.

En eso la pantalla se ilumina mi útero, veo a mi pequeña habichuelita que cada vez está más grande.

De un momento a otro la puerta se abre sin previo aviso y entra mi padre y mi madre, más atrás James y mi cuñado.

-En la 14 semanas el embrión ya pasa a ser feto, de ahora en adelante te comenzará a crecer el vientre, el pequeño comienza a formar sus facciones y ya puede hacer muecas.

¿La habichulita se parecera a mi o a Ethan? ¿Será hembra o varon?

-Por suerte de ustedes el bebé está perfectamente bien, tiene un peso adecuado, y un tamaño perfecto. Cuidate mejor, tendrás un bebé fuerte.

Mi vista va a mi esposo y está llorando, lo miro extrañado.

-Son lagrimas de felicidad.-Me dice con tanta ternura.

-Hija disculpame por todo, no fue mi intención casual esto.-habla mi padre que al yo mirarlo noto como también está llorando.-me recuerda tanto cuando fui a conocer por primera vez a James, dure una semana diciéndole a mi amigos que mi hijo iba ser feo. -Dice con tanta emoción, que lo único que pude hacer fue reirme.

-Y mira que no te equivocaste.-le digo riendo aún más.

-Jane, traje tu dealta, sólo tienes que firmar aquí y ya.-al fin, dulce hogal.

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¿Quieren un poco de tragedias?

Amor Por ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora