La Copa.

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Era domingo y mientras muchas personas descansaban del ajetreo de las fiestas Luisa Gomez corría por las calles de la plaza de los frutos rumbo a la casa donde creció, debía llegar rápido porque sabía que era muy seguro que su chica llegara allí y no al piso que compartían, había bastante gente en la calle, alegres entonando cánticos que ella conocía muy bien, llego a la casa de sus padres y subió, al entrar se encontró con su madre y su abuelo preparando todo para la cena, ambos le sonrieron al verla, había un buen ambiente esa tarde en su casa.

Era el 2 de Enero de 1977 y el Atlético de Madrid había ganado 4-0 al Real Madrid su eterno rival, consiguiendo así su octava copa de la liga sin aun haber terminado de jugar todos sus partidos.

-Siéntate hija, estamos dejando todo listo para cuando lleguen Amelia, tu padre y Manolín para sentarnos a comer.- le dijo su madre.

-Pues yo dudo que lleguen pronto Manuela, que han ganado la copa y seguro estarán celebrando.- Comentó Pelayo.

- El abuelo tiene razón mamá, seguro se quedan celebrando y llegan en un rato más, deberíamos comer nosotros y ya luego cuando ellos lleguen que coman.

-Bueno yo no sé ustedes pero yo voy a esperar a Marcelino para cenar.- comentó la mujer mientras iba a sentarse junto a su hija.

Cuatro horas, cuatro horas despues y todavia no llegaban, Luisita había decidido esperar a Amelia junto a su madre sin comer y la verdad ya se estaba desesperando, donde se habían metido?

-Mamá que ya me estoy preocupando, llevan mucho tiempo afuera donde podrán estar?.- Luisita caminaba de un lado a otro en el salón de los Gómez, en ese momento ambas mujeres escucharon unas llaves en la cerradura de la puerta y se relajaron, al fin habían llegado, la puerta se abrió pero solo entro Manolin y las miro avergonzado.

-Pero Manuel donde están tu padre y Amelia?.- lo cuestiono rápidamente su madre.

-A ver mamá como te digo esto?- El chico bajó la mirada.

-Que ha pasado, les paso algo malo?- Luisita le preguntó a su hermano al ver que el chico no sabia como decirle lo que había ocurrido.

-Que no, que no, que ambos están bien o bueno están en una sola pieza pero…

-Pero que Manolín, dónde está Amelia?- Le tomo la cara Luisita a su hermano ya estaba bastante preocupada para que el chico estuviese con tantos rodeos.

-Están en el Asturiano, con Sebas y el resto de los amigos de papá y Amelia de la peña.- informó el joven.

-Y tanto misterio para eso? Es que eres un exagerado.- la rubia empezó a recoger sus cosas para ir donde su novia.

-No Luisi es que están…- no alcanzo a terminar de decirle porque ya su hermana había salido por la puerta rumbo al Asturiano y su madre junto con ella.

Ebrios, borrachos, trompos como diría su abuelo, así estaban su padre y su novia, bueno ellos y el resto de sus amigos, no habían terminado de salir de la casa Gómez cuando ya escuchaban los gritos que venían del Asturiano, cuando se acercaron fue que pudieron descifrar qué era lo que decían.

Yo me voy al Manzanares,
al estadio Vicente Calderón,
donde acuden a millares,
los que gustan del fútbol de emoción
Porque luchan como hermanos,
defendiendo su colores,
en un juego noble y sano,
derrochando coraje y corazón.
Atleti, Atleti, Atlético de Madrid…

Luisita entró al Asturiano y vio a su novia montada en una de las sillas con su padre al lado en otra más mientras cantaban el himno del Atleti, ambos abrazados con camisetas del equipo y el resto de los integrantes de la peña bajo ellos haciendoles el coro.

-A ver todo el mundo, que se acabó la fiesta, todos a su casa vamos.- Se escuchó a Manolita gritar por encima de los cánticos de los presentes, en ese momento todos se callaron y Amelia noto la presencia de su novia en el bar y Luisita vio como se le iluminó la cara al verla dedicandole una gran sonrisa.

-No, no, a ver chicos no se vayan Atleti, Atleti, Atlético de Madrid, Atleti, Atleti, Atlético de Madrid, Jugando, ganando, peleas como el mejor, porque siempre la afición.- cantaba Marcelino que aun no caía en cuenta que su esposa estaba en el bar, en poco tiempo solo quedaban las dos parejas, Sebas y Manolín en el bar.

-Eh que ya yo me voy tambien, gracias por las cervecitas Marce.- Se despidió Sebas quien no iba muy sobrio, pobre de él cuando llegara a casa.

-Mi amor!- Grito Amelia que con ayuda de su cuñado se bajó de la silla y corrió torpemente donde Luisita para abrazarla y besarla dando saltitos.- Que hemos ganado cariño 4-0 te lo puedes creer, fue increíble, somos campeones.- dijo bastante alegre para volver a besar a su chica.

-Si Amelia que lo he visto por la televisión, pero tu te has dado cuenta de que hora es? El partido se terminó hace cinco horas y ya estaba preocupada de que no llegabas a casa.- le reclamó la rubia a su novia.

-Perdón.- respondió la morena alargando la palabra y haciendo pucheros.- Pero es que con los chicos nos fuimos a tomar algo y luego el mejor suegro del mundo, tu papá.- Le tocó la punta de la nariz con su dedo.- Nos invitó a seguir la celebración aquí.

-Ya y no se les ocurrió avisarnos que estaban aquí?- reclamo Manolita a su esposo.

-Pero si Manolin fue a casa a decirte que estabamos aca abajo Manuela.- Marcelino le respondió desde la altura.

-Papá que te dije hace horas que les avisaramos y ustedes no me dejaban salir del bar.- replicó su hijo.

-Porque hemos ganado la copa y eso hay que celebrarlo, a que si Amelia? Se estremece con pasión, cuando quedas entre todos campeón y se ve frente al balón,un equipo de verdad, que esta tarde de ambiente llenará.- Empezó a cantar una vez más y su yerna estaba a punto de unirsele pero Manolita ya estaba cansada.

-Marcelino Gómez que ya es suficiente, bajate de esa silla que nos vamos a casa.- el hombre vio a sus esposa y supo que debía hacerle caso, seguramente estaba en problemas.

El hombre se bajó la silla y su mujer se lo llevó del brazo rumbo a su casa, Luisita miro a Manolín y a su novia, su hermano le aseguro que el cerraba el bar, que se llevará a Amelia a casa, la rubia tomo el brazo de su novia y emprendió el camino a casa mientras que la morena iba por las calles cantando el himno de su equipo.

Cuando al fin llegaron a su piso, Luisita llevó a su novia a la habitación para quitarle la ropa y ponerle algo mas cómodo para que se acostara a dormir, la morena necesitaba pasar esa borrachera, la rubia se acercó para intentar quitarle la camisa pero la morena se separó.

-Eh, eh, eh mucho cuidadito que yo soy una mujer comprometida, enamorada y fiel.- Suspiro la morena dejándose caer en la cama, Luisita se rió y volvió a acercarse.

-Tranquila que solo te voy a ayudar a cambiarte para que estes mas comoda.

-Que no, que yo puedo sola.- Se levantó y empezó a quitarse la camisa pero se enredó al intentar sacar ambos brazos a la vez y la camisa le quedó a medio quitar.- Luisi ayudame cariño.- La rubia soltó una carcajada y fue a ayudarla quitándole la camisa.

-Guapa.- Le soltó Amelia cuando quedaron frente a frente y se lanzó a besarla, la rubia le devolvió el beso por un momento pero lentamente fue haciéndolo más suave hasta que se separó, Amelia le sonrió ampliamente y se dejó terminar de cambiar la ropa, cuando ya estuvo lista, se metió a la cama pero antes de rendirse ante el sueño llamó a su novia.

-Te amo, mi amor.- luego de eso se rindió ante morfeo.

-Y yo a ti mi colchonera favorita.- Luisita sonrió y la dejó dormir, al dia siguiente su chica iba a pagar las consecuencias de su celebración.

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⏰ Última actualización: Sep 13, 2019 ⏰

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