El agua que se desliza en mi cuerpo, no es comparable al calor de sus labios; besando y succionando cada porción de piel que hay en mi cuerpo. Las punzadas que mandan las heridas que ha dejado en mi cuerpo debido a sus constantes mordidas; no duelen tanto cuando el agua caliente las toca. Y aún siento dolor en todo mi cuerpo, quizá por la fuerza con la que ayer me tomó y también debido a la fuerza con la que impactaba mi espalda contra el muro o sobre la mesa.
Rusia, eres culpable de aquel tono rojizo y morado que ahora adornan mis rodillas y de los pequeños raspones que hay en mis manos. Al recordar lo que ayer pasó mis mejillas se vuelven rojas y al ver el estado de mí cuerpo me siento extraño...¿Qué es lo que he hecho?
— ¡Oh! Por la Pachamama él y yo, yo y él...nosotros...todavía no puedo creerlo.
Paso mis manos frenéticamente por mi cabello, desordenándolo todo, aún más de lo que ya está y luego pongo mis manos en mis mejillas para sentir el calor de ellas. Sonrió de manera inconsciente
— Eres jodidamente estúpido Rusia.
Paso mis dedos por mis labios y por primera vez en demasiado tiempo, me siento muy feliz.
...
— ¿Rusia?
Miro alrededor de mi habitación y no veo rostro de él en lo absoluto, pero escucho un bullicio extraño en la cocina así que bajo lentamente hacia allá. Apenas asomo mi rostro a la cocina lo veo a él.
— Buenos días, mi amor.
《Mi amor》esas palabras son dichas por él con dulzura y sin esfuerzo alguno, escapan de sus labios con tanta ternura que siento que la seda y el algodón deben de sentir celos. Aquel llamado que se susurra con la boca y se grita con el alma...me hace feliz.
— ¿Rusia, qué haces acá?
— El desayuno, mi vida.
— Podría haberlo hecho yo, no era necesario que te molestes en prepararlo, además, es mi casa...soy tu anfitrión.
— Cuando desperté esta mañana, no te ví —agrega tres cucharaditas de azúcar a las tacita de café y pone una en frente de mí— ,pero oí sonidos en el baño. Así que deje ese asunto de lado para venir a prepárate el desayuno, ¿no es eso lo que hacen las parejas?
Su voz es demasiado seria y de no ser por su sonrisa yo creería que, él en realidad está molesto y hace eso por obligación...como mi querido Chile cada vez que olvidaba nuestro aniversario, pero por desgracia ese no es el caso.
— Sí, las parejas...Rusia, ¿podemos ha...
— Apresúrate hoy vamos a salir de paseo, pequeñin. He planeado todo un día empalagoso y lleno de romanticismo.
Antes de que logre objetar algo él me extiende una galleta a la boca.
— Come, pequeñin. Debemos darnos prisa...porque cuando paso tiempo contigo. El tiempo se hace corto.
Abro la boca y él me da la galleta que tiene un sabor peculiarmente agrío y dulce a la vez. Tal vez ese sea el sabor del amor; agridulce. Porque ahora mismo al ver como maldice en voz baja tocando sus dedos y tallando su mano (debido a que ha tocado la bandeja de galletas caliente y se ha quemado), me siento feliz de una manera extraña. Me gusta ver que lo intente y me hace sentir enojado por ver como no puede y no me deja ayudarlo.
— Te has quemado por necio.
— Valió la pena.
Esta vez soy yo quien extiende a su boca una galleta, con una mano en mi mejilla y una sonrisa en mi rostro y el abre la boca...me siento flotar allí dónde las penas no pueden llegar.
Desayunamos de manera tranquila hasta escuchar el tono de llamada de un celular. Escucho ese sonido emanar de uno de los bolsillos del pantalón de Rusia, pero el parece no darse cuenta por estar tan sumido en la correcta preparación de su desayuno así que tras dar un último sorbo a mi café decido levantarme y tocarle el hombro.
— ¿Rusi?
Pone su palma en una de mis mejillas y acaricia mis labios con su pulgar.
— Dime, pequeñin.
— Te están llamando. ¿No vas a contestar?
— Claro pequeñin, ahora vuelvo.
Se dirige a la salida y a medida que se aleja de mí su semblante cambia.
Dicen por ahí que la curiosidad mató al gato, ojalá yo hubiese hecho caso a ese dicho tan sabio, porque en el momento que decidí apoyar mi oído a la puerta me arrepentí de tantas cosas.
— ¡Maldita sea! Que parte de "no sé" es la que no entienden... Si la ONU no sabe, yo menos... Bien, bien, averiguaré lo que pueda sobre su paradero...muy bien, adiós.
Eres aquel enigma que me es difícil de descifrar, eres aquella nube de alegría y paz que le da sentido al firmamento de mí vida, eres aquel rocío que acaricia con suavidad y delicadeza mi alma...o eso creí; pero no eres enigma, eres problema; no eres nube, eres tormenta; no eres rocío, eres granizo.
¿Eres mi amante o mi asesino?
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El perdón. [RusiaxBolivia] [ChilexBolivia]
Fanfiction- Vuelve, maldita sea, aceptaré todo lo que me pidas, solo vuelve. - Chile, no lo haré. Yo...ahora soy feliz, como nunca llegué a serlo contigo. El chileno suelta la mano del bolivianito debido a los tirones que él proporcionaba. - ¡Con ese weón! Te...