16.- Eres mi más y mi todo

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-¿Doc?-

-¿Si, Jimin?- preguntó al teléfono.

-¿Qué debo hacer en caso de resaca?- miró a los dos cuerpos inertes sobre su cama.

-¿Resaca? ¿Te embriagaste, Park?- cuestionó sorprendido.

-No, nada de eso, doc- negó de inmediato- Pero JungKook, sí-

-Woah, ese muchacho- rió- Hay distintos consejos para combatirla. En primer instancia, déjalo dormir, hidrátalo mucho y un desayuno rico en vitaminas le caerá bien, evita las grasas pero si no puedes hacerlo opta porque no las consuma en demasía ¿De acuerdo? Te aconsejo le prepares fruta asada, de preferencia manzana, su estómago te lo agradecerá. Una ducha tibia también le hará bien ¿Algo más?-

-Creo que no, eso me basta, gracias por contestar mi llamada, doc- dijo más tranquilo.

-Siempre será un placer, disfruta tu fin de semana- colgó. Apagó el aparato en su mano, suspiró y habló para sí mismo.

-Bueno, creo que debo ir al supermercado- sonrió, sería la primera vez en que cuidaría de su lindo conejito, le entusiasmaba y deseaba sorprenderlo así que se aproximó al garaje, cogió las llaves del automóvil que ocupaba el personal de servicio cuando aún se hallaban en casa y salió rumbo al supermercado más cercano. Extrañaba conducir, hacía meses, incluso años que había dejado aquel lujo atrás, acostumbraba caminar para ir a cualquier lado, disfrutaba de los países urbanos, todo modificado para gusto humano, estacionó y bajó rumbo a las puertas corredizas. Entró tomando un carrito metálico, se aproximó al área de frutas, escogió varias manzanas y naranjas, luego buscó los refrigeradores con embutidos y agarró un paquete de tocino cuando los encontró. Fue en busca de harina para hot cakes, galletas y algunos chocolates por propio placer, sopa instantánea y frituras, algunos jugos de soya se sumaron al carrito, incluidos dos botes de helado de chocolate.

Con todo lo que necesitaba listo fue a cajas, esperó embolsaran los artículos y pagó cada uno de ellos. Volvió al auto, metió en la cajuela sus compras y emprendió camino directo a casa, pasaron apenas unos minutos cuando se vio en la tarea de transportar los pesados artículos al interior de la gigantesca edificación, con suerte lo logró, alegre de hacerlo inició su cometido. Vertió la harina de hot cakes, mezcló un huevo con leche y batió hasta crear una masa uniforme, prendió la estufa, colocó cuatro sartenes en la misma y esperó se calentaran, se esmeró por formar círculos casi perfectos con la mezcla, desprendió y extendió las tiras de tocino en el calor, rompió los cascarones de huevo y dejó ir el contenido, lavó las frutas, cortó la manzana y dejó se cociera lo suficiente dándole una textura suave, volteó el panqueque, la carne y de nuevo el dulce aperitivo.

Buscó el exprimidor en alguna de las gavetas, movió decenas de cosas hasta dar con el, sonrió y se dispuso a exprimir las naranjas. Limpiaba sus manos cada que se movía por la cocina, colocó la mesa para tres, regresó a la estufa y apagó las hornillas. En verdad se desenvolvía bastante bien y vaya que gozó la rutina matutina, acomodó dos hot cakes por plato y una porción de manzana asada sobre ellos como decoración, cuatro tiras de tocino crujiente y solo un poco de huevo, sirvió jugo en los vasos y los llevó al comedor. Suspiró encantado por su creación, un rico desayuno americano.

Miró su celular. 10:22 de la mañana. ¿Debería despertarlos ya? Se preguntó rascando su cuero cabelludo, vio el desorden en el lavaplatos y se dijo a sí mismo lavaría primero los utensilios ocupados antes de sentarse a degustar su comida. Después de secar los sartenes y limpiar los residuos de huesos de manzana y naranja, decidió ir por el dúo en su recámara. Apenas se dio vuelta chocó con un cuerpo ajeno.

-Se ve delicioso- afianzó sus manos a la cintura delgada de su pelirosa- Buenos días- hizo el ademán de besarlo más no lo logró- ¿Qué? ¿Qué pasa?-

His Last Smile *KookMin*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora