Un día común, donde yo tenía planeado estar recostado en mi cama sin nada que hacer, estuve pensando en que podría ser de mi vida estando solo siempre; la mayoría de veces he estado en depresión por mi soledad, la verdad no me he sentido bien, lo unico que quiero es compañía. Estaba en mi cuarto, eran las 10:57 de la noche, todo solitario, hasta que se escucha un ruido de la puerta*toc toc*. Yo de una me levanté con pensamientos extraños, no sabía lo que me esperaba detrás de esa puerta. Abrí la puerta, y oh diablos, su mirada lo dijo todo.
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Entró. Le pregunté,¿Q-quien eres? ¿¿¿???- soy tu destino de felicidad, soy esa persona que estabas buscando. Me llamo Pancracio, pero tú puedes llamarme, mamberroi. En ese momento, realmente estaba emocionado, estaba exitado por sus ojos. No sabía qué hacer. Le seguí preguntando cosas. -¿Q-q-que necesitas, mamberroi? A lo que él me contesta; Solo hacerte feliz, hacerte sentir lo que nunca haz sentido, darte tu cariño y tu atención, daré todo por estar junto a ti. -yo realmente excitado sentia mis gemidos internos al solo mirarlo a los ojos, no podía con su mirada tan resplandeciente. 11:46 pm Mamberroi dice - es tarde, lindo. Creo que es hora de dormir. Yo con mis ganas de darle todo lo que quiera solo le dije; claro, si quieres dormimos juntos. A lo que el contesta - no tenías por que decírmelo, quiero estar contigo por siempre para siempre. - yo realmente creo que me mojé, no puedo con estas ganas tremendas de follarmelo.
