Capítulo XVI

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Osamu PoV

Me senté en el sofá para pensar en algo para salvar la vida de Aiko, pero a la vez asegurar que el cabrón de Kyle dejará de rondar en nuestras vidas para siempre, por un momento pensé en rastrearlo y darle su merecido para de paso darle un boleto solo de ida al más allá, pero a la vez intentaba no pensar en eso ya que si no funcionaba, ahora sí estaríamos más que jodidos; por otra parte pensé en informarle a Marcus y a Aiko para que pensáramos en algo los tres juntos, o también estaba la opción de pedirle algún consejo a Frank. Decidí trabar la puerta del departamento con el sofá y me acomodé en el mismo para descansar, así en caso de escuchar algo anormal estaría a salvó y podría prepararme rápido.
Al día siguiente avise que llegaría tarde a la comisaría antes de salir de casa, tras meditar y consultar con la almohada, decidí primero ir a hablar con Aiko para tenerlo al tanto de la situación, de ahí iría con Frank para pedirle algún consejo, ya que el debía de tener algo para aconsejarme o recomendarme; no quería arriesgar a Marcus ni a nadie más, por eso decidí excluirlo de mis planes.
Llegué al hospital después de un viaje algo incómodo, ya que sentía el presentimiento de que algo o alguien me vigilaba durante el camino; llegue a la habitación de Aiko, el se encontraba con su teléfono celular, el cual me había pedido que se lo llevará.

—Veo que estás muy aburrido.—dije acercándome a la camilla.

—Bastante, ya quiero salir de aquí para seguir con mi vida en paz.—dijo algo serio.

—Bueno, pasó algo y necesito ponerte al tanto.—tras decir eso, apagó un momento su dispositivo móvil, lo dejo a un lado de él y dirigió su mirada hacia mi.

—¿Que sucedió? ¿Ya me despidieron?—preguntaba muy serio mi amigo canino.

—Eh, no.—respondí seriamente. —Es algo más peor.—meti la mano en un bolsillo del pantalón y del mismo saqué la nota que Kyle había dejado en nuestro departamento la noche anterior.—Es mejor que lo descubras por ti mismo.

Extendió un poco su mano, abrió la nota y tras unos minutos en silencio, arrugó la hoja para convertirla en una bola de papel y finalmente lanzarla la suelo.

—Valiente ex novio tóxico me conseguí.—dijo seriamente viendo al techo. —Si eso quiere, está bien, pero quiero que Marcus esté ahí para que lo mate.

—Pero Aiko, ahí decía que...

—¡Yo sé que dice ahí!—me interrumpió muy molesto. —¡Estoy harto de huir y tenerle miedo a ese cabrón!

—Bueno ¿Y que tienes en mente?—Cruce los brazos viéndolo finamente.

—Ve a hablar para que me den de alta, de ahí quiero hablar con tu novio el toro y ya en la tarde o noche, nos ponemos en contacto con Marcus.—respondío.

—Esta bien, intentaré hacer todo lo posible por qué te den de alta, aunque es mejor que te dejen aquí, estás más seguro, aunque el cabrón puede decir que es tu pareja y pues al estar solo ustedes dos puede hacerte algo.

—Por eso te digo que vayas a convencer a los doctores que me dejen salir ya, yo conozco a los de su calaña, y no va a descansar hasta tenerme con el o matarme, cualquiera de las dos.—dio un suspiro el can.

—Vere que puedo hacer.—me retire de la habitación para ir a buscar a alguien que me pudiera orientar, al no encontrar a alguien capacitado decidí ir a la recepción a hablar con la recepcionista, la cual me informo que el doctor encargado de Aiko no había llegado aún, su hora de llegada era a las 3 pm, agradecí el informe y me fui a continuar con mi trabajo, ya que me habían llamado de la comisaría por una pelea de pandillas juveniles, donde desgraciadamente gente inocente había sido lastimada por simplemente tener la desgracia de pasar por el campo de batalla.
Resumiré lo que pasó, atrapamos a dos chicos de aproximadamente 17 años, los cuales sólo uno era el líder de la pandilla enemiga, me sorprende que la juventud de estos tiempos camine por malos pasos; deje que mis compañeros se encargarán de lo demás, pero al parecer les iban a poner cargos por alteración al orden, y posiblemente cargos por portar armas de maneras ilegales. Ordené los papeles sobre ese caso y fui a dejarlos a la oficina del jefe, y tras eso me dirigí al hospital para visitar a Aiko, ya no me alcanzó el tiempo para ir a visitar a Frank por desgracia.
Al llegar hablé con la recepcionista antes de ir a visitar a mi amigo, me informo que el doctor había salido pero ya regresaría y que le informaría que necesitaba hablar con el, simplemente me dirigí a la habitación de Aiko, el cual  estaba comiendo, pero en su cara se notaba una cara de asco.

—Espero que traigas comida.—dijo asqueado. —Esto ni sabor tiene.

—No quiero ni probarlo, si logro sacarte de aquí y terminamos con los problemas, te preparo mi especialidad de carne en casa.

—Dejate de palabras y tráeme algo comestible por favor.—dijo seriamente.

—Que exigente, ya te puedes casar cabrón.—dije fingiendo molestia. —Intenta no vomitar.—Dije y salí de la habitación para ir a buscar algo.

Después de un rato regrese a la habitación y con algo de dificultad pude colar unas hamburguesas con papas fritas y le di su parte.

—Toma pulgoso, aliméntate y rápido, ya hablé con el doctor para que te den de alta, me debes 200 dólares.

—No me digas que recurriste al soborno.—dijo seriamente.

—Eh, no ¿que te hace pensar eso?—pregunte algo nervioso.

—Tu actitud te delata.—respondió.

—Bueno ¿querías que Kyle viniera aquí a matarte? Por que yo no quiero eso.—dije algo serio mientras cruzaba mis brazos al verlo.

El solo suspiro y accedió al trato, así que después de que vino el doctor a checarlo, mando a traer las pertenencias de mi amigo canino.

—Gracias por tu deshonrada acción.

—Oh vamos, no va a volver a pasar.—dije. —Solo lo hice para salvarte el trasero y la vida.

—Si, esta bien Osamu.—respondió. —Solo terminemos con esto, busquemos a Marcus para hacer todo y atrapar a Kyle.

Asentí y después de que Aiko se puso su uniforme de policía, ya que era la ultima vestimenta con la que fue internado; de ahí salimos del hospital y nos fuimos a nuestro apartamento. 

Dos Destinos, Un Amor [Furry/Yaoi](Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora