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—¡Lee Seokmin, regresa aquí!

Seokmin hizo caso omiso de aquel llamado y, con su celular en mano, se limitó a seguir corriendo por los pasillos, entrando y saliendo de salones vacíos, empujando a cualquiera a su paso y asegurándose de no tropezar por el camino, con el objetivo de evitar que su mejor amigo llegara a su lado.

Ambos mantuvieron aquel juego del tira y afloja por aproximadamente 20 minutos más, donde cada vez que el menor de ellos sentía que estaba por atrapar a Seokmin, este volvía a correr como si su vida dependiera de ello alejándose sin mirar atrás; sin tomar un solo descanso y con el sudor escurriendo sobre sus rostros.

Seungkwan se reprendió mentalmente cuando, de un momento a otro, Seokmin desapareció de su vista dejándolo sin aliento y con las mejillas sonrosadas a mitad de la escuela. Las miradas no tardaron en recaer en él.

—¿Qué me ves? —bramó a Chan, uno de sus menores que, si no fuera un día tan terrible para él, habría sofocado en muestras de afecto apenas viera. El chico negó levemente y se alejó del patio principal a paso rápido, intuyendo que no era un buen momento para hacerle un interrogatorio a Boo.

Ah, ¿ahora qué es lo que haría? Seungkwan se sentía completamente humillado después de aquella broma que Seokmin se había atrevido a jugarle.

¿Cómo era que osaba bromear con algo así?

Lee Seokmin, en la tarde de ese mismo día, había declarado públicamente a través de su perfil de facebook que se encontraba perdidamente enamorado de aquel que era su mejor amigo, incluso había usado toda esa labia que regularmente se guardaba para sus conquistas. Lo peor de todo era que aquella declaración pareció tan sincera que en cuanto Seungkwan la leyó no pudo evitar ilusionarse un poco. Supo que solamente se trató de una cruel mofa hacia él en cuanto fue al salón del castaño que tenía por mejor amigo y este sencillamente huyó de su persona.

—Hey, relájate. —Soonyoung, quien venía persiguiéndolo desde que encontró a Seokmin, se acercó a su lado estando exhausto después de darle una mirada de advertencia a los demás pares de ojos curiosos. —Chan no te hizo nada.

Seungkwan sacudió su cabeza, tratando de despejar todos los pensamientos que no paraban de rondar con ímpetu en  su mente.

—Es que... ¡Ah, de verdad lo odio! —Expresó esquivando el pequeño regaño y haciendo referencia a su (ahora probable) ex-mejor amigo. —¿Por qué haría algo así?, pensé que éramos mejores amigos. ¡Debí saber que la 't' en su nombre representaba la traición!

Soonyoung ladeó la cabeza ligeramente. Estaba llevando del antebrazo a su amigo hacia un lugar algo alejado de la multitud —consideraba ir a las canchas de la escuela, claro que si—, y el menor ni siquiera había notado que estaba siendo arrastrado en contra de su voluntad.

—Pero 'Seokmin' no lleva ninguna 't'.

—Pues debería. —Cuando menos lo notó había sido depositado en las gradas del patio con más suavidad de la que hubiera esperado por parte de su rubio amigo.