Iba recién en el uber, me levanté temprano, como siempre para ir a estudiar, era jueves, y entramos ayer.
Segundo medio.
15 añitos.
Me siento decepcionada de mí misma.
La única persona que sabe de este embarazo es literalmente mi erizo.
No tengo amigas, solo al Javier, el papá de la guagua que estoy esperando, me junto con puro hombre, puro hueón. Somos amigos desde segundo básico.
Siempre sentí una leve atracción por él. Él tiene mi confianza absoluta, sabe todo de mí y yo todo de él.
Es de esos amigos que te ayudan a elegir tus calzones. Con lo que puedes hablar de tu "menstruación" como lo diría mi papá, hací a lo cuico.
El hueón era la amiga que siempre me hizo falta.
Pero cometí el mayor error de mi vida.
Comérmelo en el último día de clases de 1ro. Ahí quedé preñá.
Y lo peor, solo yo sabía, las fechas calzaban, y el estaba curao, no como yo, estaba totalmente conciente.
Ya me estaba creciendo la guata. Y yo creo que de aquí a final de mes uno (si es vio') ya notaría que estoy embarazá.
Por la chucha.
Estaba escuchando a la Billie Eilish pero la hueá de Spotify como estaba en aleatorio se cambió a una cagá muy fuerte, pausé la música y me quité los audífonos altok.
Y le pregunté al hombre mayor que siempre me llevaba al liceo.
-Oiga, caballero. -llamé su atención.
-¿Sí? Dígame señorita. -ay, me siento importante.
-Imagínese que yo estoy embarazada, ¿si yo escucho música le afecta al feto? -¿qué hueá pregunté?
-No lo sé señorita, pero mi esposa siempre le ponía música a mi hijo cuando esta embarazada. ¿Porqué pregunta? -me puse roja, sentí que estaba sudando, ¿les ha pasado que recuerdan algo o les pasa algo vergonzoso y como que les da calor? Esa misma mierda me está pasando ahora.
-Es que...ya sabe po, lo vi en la tele. -me miró por el espejo retrovisor.
-¿lo pregunta por esa guatita? -vi que levantó su ceja con una ligera sonrisa.
Ignoré su pregunta y solo me di vuelta a la ventana. Faltaba poco para llegar.
El viejo solo negó con una ligera sonrisa y antes de que yo me bajara dijo;
-No se debe porqué avergonzar, es parte de crecer.
De nuevo, ignoré lo que dijo y caminé hasta el portón, donde todos estaban entrando. Lo mejor de ir en un colegio cuico es que en el casino comprai de las hueás mas ricas que pueden haber hueón.
La cagó.
Me compré un quequito de zanahoria y un jugo de piña en caja, me elegí la weá mas sana. Porque antes me compraba una agua tónica y un pan con queso.
Y no sé porqué pero sentí que eso le hacía mal a mi guagua.
"Mi guagua"
Que rico es decir eso.
Faltaban diez minutos. Y me senté en mi puesto, al lado del Javier.
-¡Hola! -me dió un abrazó y yo solo le sonreí- Que estay gorda hueona.
-Con el pedazo de queque aún en mi boca hablé- Puta gracias.
Ojalá supieras porqué estoy tan gorda maraco culiao, a vo te va a caer gorda.
Rodé los ojos y el hueón rió.
Ese culiao aveces era mas pesao que la chucha, obvio de broma, pero con sus comentarios te llegaba a picar el hoyo.
-Viste, a puros queques de zanahoria.
-Callate hueón, uno ya no puede ni comer. -fruncí mi ceño pa tomar de mi cagá de jugo.
-El hueón me miró asustao'- Uy, amiga, me hubierai dicho que andai con la regla, yo te entiendo. -me abrazó, que chucha.
-Compré agua tónica. ¿Querí? -me ofreció y negué- ¿porqué?
-Es que me da acidés, y es penca, pero gracias. ¿Y los chicos? -cambié de tema por si me preguntaba otra mierda al respecto.
-Ahí vienen. -dijo y entraron los simios.
-¡Wena pulga! -me saludó el fernando.
-Holi. -lo saludé y a todos.
-¡Hueona se te perdió la cintura! -dijo el Alexis. Estos hueones eran igual al Javier, hueón, igual.
-Y a ti se te perdieron las calugas. ¿Y? ¿Donde estaba?.
-Estábamos en el patio, ¿tanto nos extrañabas? -dijo sarcástico el Benjamín.
-Sí, un poco. -dije entre cerrando los ojos.
-No cierres tus ojos, son muy bonis. -dijo el javier, siempre me tiraba tallas hací de patúas o pencas, y yo la ahueoná me lo tomaba a broma.
-Tienes razón, son demaciado bonitos, demaciado bonitos para este mundo.
-No como los míos. -dijo como si estuviese orgulloso de sus cagás de ojos- Tus ojos verde caca van después de los míos.
Este culiao hablaba de sus ojos como si fueran estrellas, pero, para mí sus ojos eran estrellas.
¿Olvidé decir que él me gusta desde los diez años?
Intentaba encontrar al hueón más parecido al él.
Tiraba con ellos, y nada. El Javier no fué mi primera vez.
Yo fuí la suya, él ya no era virgen y ni siquiera lo sabe.
Él va a ser papá y ni siquiera lo sabe.
Él tampoco sabe que me gusta.
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Preñá de mi mejor amigo
Teen Fiction𝘌𝘭 𝘤𝘢𝘳𝘳𝘵𝘦 𝘥𝘦 𝘦𝘭 𝘶́𝘭𝘵𝘪𝘮𝘰 𝘥𝘪́𝘢 𝘥𝘦 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘰, 𝘯𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘮𝘣𝘪𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢. ¿𝘰 𝘴𝘪́?