Santiago es hijo único, y su padre también es un padre único, la madre de Santiago tiene otra familia que le absorbe mucho tiempo y nunca, nunca, nunca, tiene tiempo para él y la verdad no ha sido necesario, su padre es lo que todo hijo quisiera, noble, inteligente, trabajador, honesto, generoso, le encanta ayudar al prójimo, trabaja como contable de manera independiente desde hace algunos años y últimamente sus clientes han tenido que cerrar sus negocios, ¡una mala racha! diría a su hijo en una ocasión.
-Solo una mala racha, ya pasará-
-¡Seguro!- respondía Santiago mientras brindaban con coca cola y terminaban de comer la cena.
Santiago deseaba que llegaran las vacaciones para trabajar y poder ayudar a su padre, quien no estaba muy de acuerdo con la idea, pero cuando supo que era para trabajar en el garage de su casa creando ideas que cambiarían el mundo, decidió darle una sorpresa. Había trabajado incansablemente por las noches para hacer un mesón con la vieja madera que tenían guardada, limpió el lugar sacando todo lo que no se podía utilizar, lo pinto de manera que parecía que estaban en la playa y colocó una foto de Santiago y el cuando éste aún era un niño, en la playa por supuesto.
-La playa es mi sueño papi. Decía un joven Santiago que corría riendo con los brazos abiertos por la orilla.
Colocó una pequeña nevera llena de coca cola, mantequilla de maní y agua y un gabinete lleno de snacks. Hizo con material reciclaje unas lámparas que semejaban unas palmeras y muchas, muchas hojas en blanco para que Santiago pudiera libremente crear.
Cuando tuvo todo listo, le dijo a Santiago que lo acompañara a dar un paseo, se montaron en el carro y al dar una vuelta regresaron a la puerta del garage y el padre alegre miraba a Santiago y le decía Santiago
- ¡Ya llegamos!-
La lluvia arreciaba así que ambos corriendo y empapados entraron al garage, Santiago miró con asombro todo a su alrededor.
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Besada por Santiago
RomanceSantiago y Victoria están destinados a amarse, pero aún no lo saben, ese día en que sus vidas, debieron cambiar para siempre. Era un día lluvioso y el autobús escolar no tomo la previsión que Santiago venía distraído y no se percató de su exceso...