{Recordatorio: Ésta es una novela ficticia, por lo que no se pretende ofender a Michael ni a su persona por la trama que vamos a tocar y a leer. Si no te gusta la idea, mejor no la leas. Gracias. Si estás lista, continúa}
(año 1987)
(12:00 AM)
(Pov's Escritora)
La luz de la luna pegaba en su rostro,incomodando así a aquel joven rizado, haciéndolo sentir irritado, inquieto y confundido.
Dió una vuelta a la cama, con el único propósito de acomodarse en ésta, más por el contrario no logró su cometido.... Una vuelta más, sus piernas se enredaban con las sábanas de su gran cama, en un dormitorio vacío que, como cada noche, Michael sentía frío. Dueño de una gran mansión, una gran cantidad de fans, un descomunal puñado de dinero y otra gran cantidad de mujeres que darían lo que fuera a cambio de sexo con él y sin embargo, no estaba completo. Algo faltaba, sentirse solo aún rodeado de gente es algo doloroso y temía que pronto entraría en depresión si no hacía algo.
-¡Mierda! ¿Por qué diablos no consigo dormir?- Maldijo el de apellido Jackson su insomnio. Harto, se levantó de la cama y se dispuso a vestirse con el pantalón y la primer camisa que encontró, calzándose sus típicos mocasines. Se colocó, como era costumbre, lentes de sol, una gorra y un cubrebocas negro.
Salió de su alcoba en completo silencio, jugando con las llaves de uno de sus coches pasándolas entre sus largos dedos, procurando que no se le cayeran. Tenía trabajadores, era verdad, pero Michael respetaba su sueño, el sueño que él deseaba haber adquirido desde hace un par de horas. Bajó las escaleras, abrió la puerta principal y salió al gigantesco jardín, caminó durante un rato y por fin llegó a su auto, abrió la puerta y lo abordó sentándose suavemente en el asiento. Cerró la puerta, encendió el carro y aceleró lentamente, la reja fue abierta por el vigilante, el azabache se despidió de su trabajador y tomó rumbo a la cafetería más cercana.
Requería de una persona para platicar, era obvio que tal petición no sería concedida por el simple hecho de que cualquier persona enloqueceria si él les dirigía la palabra. Suspiró, con ese ánimo desalentador de querer, nuevamente, ser una persona normal.
Michael, quien no era muy buen conductor, pisó el freno bruscamente al darse cuenta que ya estaba por pasarse un semáforo en rojo. Recibió un buen golpe en el labio al chocar con el volante por su modo tan extraño de frenar; lamió su labio inferior al notar que emergía un poco de sangre de él. El semáforo se puso en verde y cinco minutos después sin algún otro percance, el chico de tez blanca estacionó su coche en el pequeño estacionamiento de la cafetería, salió del vehículo y entró al local, que tenía pinta y ambiente de ser propicio para la familia.
Cuando ingresó, vió que no había mucha gente, seguramente era una cafetería de paso, por esa razón estaba abierta hasta la una o dos de la mañana. Amortiguó un bostezo, se aproximó a la chica de la caja y habló con una voz un tono más profunda de lo que era, para despistar.
-Buenas noches.
-Hola. ¿Que le vamos a dar hoy?
-Solo quiero un café con bastante espuma y si puede agrégueme crema batida.
-Muy bien. ¿No quiere escoger algo de nuestra selección de pan dulce?
-Mmm no. Por el momento estoy bien así.
-Perfecto. Su cuenta es de un dólar con 75.
-Claro- Accedió Michael sacando su cartera. La mujer que lo atendía abrió los ojos como platos por la sorpresa al ver la cartera del rizado tan llena, recibió el dinero y el de sexo masculino fue a sentarse en una mesa para dos en lo que le llevaban el café.
El de apellido Jackson, sin quitarse el cubrebocas, comenzó a jugar con una moneda que tenía en su mano haciéndola girar en la mesita.La puerta de la cafetería se abrió de golpe, dándole a Michael un enorme susto y pegando un brinco como consecuencia. Se giró para mirar al responsable del escándalo. Su corazón latió desenfrenado al observarte, parada debajo del umbral de la entrada del establecimiento. Ese rostro, que él consideraba su salvación, ya que le regalaba calma y tranquilidad, lo hizo sonreír como tonto. Tú, sin en cambio, trataste de calmar tu agitada respiración y te acercaste discretamente a la caja con el afán de pedir tu bebida sin notar la presencia de tu amigo. ¿Tenías historia con Michael Jackson? Si, claro que sí.
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Don't Walk Away...(Michael Jackson x Lectora)
Fanfiction-¡Tiene 17 años, Michael!- Escuché a Frank regañarme desde la cocina. -En tres meses cumplirá 18. -¿No lo entiendes? Si Liz o su hermano se enteran de la estupidez que hiciste al enredarte con _________ no se quedarán de brazos cruzados. -Eso pa...