24 horas de Han [XiuHan / LuMin]

Capítulo único

Capítulo único.

Las vacaciones de verano son sagradas para un adolescente de dieciséis años como yo ¿Cómo iba a desperdiciarlas en un lugar desconocido y solo mientras papá hacía sus negocios? ¡Jamás! A decir verdad, tampoco me gustó nada la idea de tener cuidadores, pero era todo lo que padre cedería.

La señora Lu, al igual que su esposo, el señor Lu, fueron muy amables al recibirme. No tenía de que quejarme.

—Eres bienvenido, Minseok. —Canturrearon ambos al unísono.

—Muchas gracias por cuidar de mí estas vacaciones de verano, señora y señor Lu.

—Debes estar cansado, además, estás de vacaciones ¿No es así? —Preguntó el señor Lu. Y la verdad era que sí, ya que había pasado toda la tarde ordenando mi maleta y ayudando a papá con la suya. —Tu habitación es la tercera puerta a la derecha, puedes ir.

—Gracias. —Tomé mi maleta y subí las escaleras.

La habitación me designaron era bastante amplia y parecía muy cómoda, por lo que, dejando el equipaje a un lado, me tiré sobre la cama. Sí. Era suave. Tenía pensado portarme bien, después de todo en verdad soy un niño bueno. Lo peor que puedo hacer es llegar un poco más tarde de lo normal en las noches.

Sonreí como un niño tonto a medida que me acomodaba sobre el colchón. Papá podría hacerlo bien estando solo, era hora de que se independizara un poco y se diera cuenta que ya no sigo siendo un niño pequeño.

Así, relajado y acomodándome, fue como el sueño terminó venciéndome.

***

Abrí los ojos en cuanto fui consciente de que estaba despertando. Al parecer ya era de día. Increíblemente había dormido más que bien. Con un poco de flojera giré hacía un costado, y allí fue donde casi me da un patatús.

No estaba solo. A mi lado, había alguien, un chico de cabello color oro.

Con el corazón tronando contra mi pecho, y mi padre y difunta madre en mi mente, me levanté y caminé hasta una esquina. Tenía la esperanza de estar soñando o imaginando, pero no. Era real. Allí había un chico que se parecía mucho a...

—Oh, aquí estás. —Interrumpió la señora Lu dentro de la habitación con el ceño fruncido. —Oh, querido, lo siento. Mi hijo tiene serios problemas al dormir —Agregó, caminando hasta la cama y sacudiendo al muchacho dormido —Han, te dije explícitamente que ayer debías llegar temprano, ¿Acaso llegaste dormido otra vez? Pues te informo que te has equivocado de habitación.

La señora Lu acababa de corroborar mis peores pensamientos. Aquel chico, que en un principio se me hizo parecido a Han, el capitán del equipo de fútbol de la escuela, resultó ser el mismo Han. Ambos compartíamos las mismas clases, aunque a su vez resultáramos de mundos diferentes, pues la verdad él es muy sociable con absolutamente todo el mundo, y yo, al contrario, era un completo anti social.

—Mamá —Escuché decir a Han, adormilado —Buenos días. Y lo siento. —Esto último lo dijo mirándome.

Todos estaban de acuerdo que Lu Han tenía un futuro prometedor, no sólo por ser un buen jugador, sino por ser muy bien parecido, sin embargo, para mí, lo más atrayente eran sus ojos.

Me quedé concentrando mirándole, hasta que me di cuenta que la señora Lu estaba hablándome.

—De verdad lo siento mucho, Minseok. Por favor, perdónalo. Seguro llegó muy tarde en la noche.