LA CORONA DEL PERDEDOR.

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Algo estaba mal y él lo sabía, pero incluso con aquel peso que se empeñaba en caer encima de él, YoonGi decidió seguir, quería seguir a su lado, incluso si aquello le dañaba y le destrozaba. Pero cuando el dolor encima de sus hombros era demasiado molesto se encontraba con un debate mental del cual no podía huir, porque... ¿A caso debía seguir? ¿Qué ganaba con ello? Ya la tenía puesta después de todo, aquella corona de perdedor reposaba en su cabeza mientras se daba cuenta que los sentimientos dentro de él no eran solamente de compañerismo y que lamentablemente, nunca iban a ser correspondidos.

...

— YoonGi-hyung ¿Lo sabías? —Preguntó con curiosidad el joven de cabellera roja y ojos de un vivo color marrón. — Existe algo llamado la corona del perdedor.

— Huh, nunca escuché hablar de eso. — Frunció el ceño. — ¿Eso qué es? —Preguntó sentándose en el césped de la universidad. Jimin lo imitó y tomo asiento a su lado mientras veía las flores flotar en el viento para luego caer en el piso.

— La corona del perdedor es aquella que se asigna al perdedor. — Comentó animado el menor. YoonGi rió con burla.

— Si no me lo dices, te juro que no me doy cuenta. — Se burló el mayor. Jimin puchereó molesto.

— La cosa es que... —Susurró nervioso mientras jugaba con sus manos. —Esa corona es otorgada cuando sabes que perdiste en el amor.

— ¿Cómo? —Esta vez el mayor mostró más interés por aquello. Jimin sonrió mientras relataba la historia de un amor sin final feliz, un amor que nunca se dio por muchas diferencias en el camino.

Inconscientemente YoonGi apretó sus manos en formas de puños.

En aquel momento no sabía porque aquel relato le había dolido tanto.

...

Y ahora mientras más vueltas le daba a ese asunto, realmente quería huir.

Porque dolía. Dolía inmensamente tener que ser el portador de aquella corona, dolía ver que nunca podría ser feliz porque se había enamorado de su pequeño amigo, porque ellos nunca podrían estar juntos. Porque nunca podría quitar de sí mismo, el malestar que causaba ver el cómo Jimin sonreía con JungKook o Taehyung. Porque Jimin nunca sabría el malestar que causaba siempre cuando le sonreía. Caminó lentamente por el pasillo que daba a la salida de la universidad, la lluvia caía lentamente y aquel día había olvidado su paraguas. No le importó aquel detalle y siguió su rumbo ajeno de quien lo seguía.

— ¡YoonGi-hyung! — Escuchó aquel llamado y algo dentro de él se revolvió. Siguió caminando hasta que logró salir del lugar. El llamado no cesó en ningún momento hasta que sintió que alguien lo agarraba de la mano. —¿YoonGi-hyung acaso no me escuchabas? — Se quejó con un mohín. —¿No me escuchaste? — Volvió a preguntar cuando no obtuvo respuesta.

— Jimin-ah. —Mencionó secamente mientras trataba de soltarse. Jimin simplemente lo agarró más fuerte mientras lo veía.

— Está lloviendo y no traes sombrilla, pensé que podríamos caminar juntos a casa, así no te enfermas. —Mencionó alegremente ignorando la mala cara de su compañero. Lo soltó levemente y se colocó a su lado para poder cubrirlo y empezar la caminata. YoonGi caminó en completo silencio mientras Jimin se desvivía hablando hasta por las orejas.

Dolía, claro que dolía.

Dolía estar con él, pero no poder ser lo que realmente quería.

Dolía aquel sentimiento que nacía cada día dentro de él.

— Jimin-ah. ¿Recuerdas el relato de la corona del perdedor? — Jimin se detuvo a mitad de camino, la lluvia seguía cayendo lentamente. YoonGi simplemente esquivaba la mirada.

— Sí. ¿Por qué? —Preguntó confuso.

— Solo sé que todo duele. —Mencionó mientras veía la lluvia caer. —Duele verte reír, duele incluso verte con gente que me hace sentir inseguro, duele... Ser el portador de esa corona que me relataste. — Lo miró fijamente. Jimin lo contemplaba en completo silencio. — Entiendes de que te hablo, ¿verdad? —Sonrió con una mueca de tristeza mientras se alejaba lo más que pudiera del menor. Solamente habían pasado algunos segundos cuando lo volvió a escuchar.

— ¡YoonGi-Hyung! — Exclamó con algo de asombro y miedo por lo recién descubierto. YoonGi simplemente se volteó para verlo por una última vez.

— Muchas gracias, Jimin. —Fue lo único que dijo antes de seguir su camino lejos de su amigo, lejos de su primer amor.

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¿Fin?

Sí, por ahora es el fin.

¿Les gusta la temática para un long-fic?

Espero que les gustara.

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¡Muchas gracias por leer!

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La corona del perdedor » JimSu.Where stories live. Discover now