Capítulo 24

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Los ojos de Mingyu notaban que quería llorar. Su padre sabía lo que pasaba con Yoon Jeonghan, sabía que incluso el padre de Wonwoo lo había hechizado. Pero, ¿cómo iba a ser él quien salvará de tal modo? Era débil comparado con aquel ser, aunque no quisiera ser manipulado, sus deseos y su venganza eran más. Era débil y lo sabía.

Ahora se había enterado de varias cosas, el porqué Wonwoo terminó en ese castillo, y el porque ambos estaban destinados. Y también sabía, que su padre estaba enamorado de la madre de Wonwoo. Aunque nunca llegó a conocer a Leia o a su propia madre, sentía lo que era enamorarse de alguien prohibido y que a la vez el sentimiento no sea correspondido.

Wonwoo era prohibido, era alguien que no podía tener, y aunque estuvieron juntos, su puesto como Príncipe era tal que tenía que seguir con lo suyo y dejarlo atrás. ¿Qué haría a partir de ahora? Detener todo o dejar que todo se consuma. Era mucha carga para él.

—A lo largo de los años. –Mingyu levantó la vista a Dino.– Mi padre con el poder de ambos libros, y buscando una forma, se enteró de como vencer a Jeonghan. –Dino bajó la mirada un poco tímido.– Mi padre estaba lejos de Jeonghan como para poder deshacerse de él, tenía fe que algún día llegarías para poder hacerlo.

—¿Y cuál es esa forma? –comentó Mingyu.

—Hay dos formas, la primera, es derrotarlo en su propio juego, deseas algo que le afecte y el siempre pondrá una cosa a cambio, esa parte mi padre no llegó a resolverla como tal, y la segunda, la luz que se refería el Rey Minhyuk, es... ella. –señaló a Sofía. Mingyu y Vernon miraron a la niña que se encontraba comiendo galletas en el comedor.

—Estas bromeando. –habló Vernon.– ¿Cómo puedes decir que mi hermana es un arma contra ese tipo?

—No es un arma, es una niña que tiene inocencia en su alma, tiene amor y cariño.

—¿Tú cómo sabes aquello? –encaró Vernon a Dino, quien aún así no dejaba de mirarlo a los ojos.

—Porque a pesar de que ustedes estén pasado una mala jugada, ella sigue sonriendo. –Vernon se sorprendió, y miró a su hermana, ella parecía reírse de lo que el señor le estaba diciendo.

Recordó cuando sus padres murieron, y ella estaba en una de las esquinas jugando con un par de muñecas con una sonrisa. Cómo a pesar de que él estaba destruido y sin saber que hacer, ella le dijo: Todo va estar bien. Y lo abrazó.

—La oscuridad que es Jeonghan, son deseos impuros, odio, destrucción, egoísmo. –continuó Dino.– La luz a la que se refería Minhyuk, es amor, inocencia, calma, y tranquilidad, y todo eso lo tiene tu hermana.

—¿Cómo seríamos capaz de usar la luz de Sofía contra la Oscuridad de Jeonghan? –preguntó Mingyu.

—No lo sé exactamente, solo se sabe que la luz que tiene ella podría calmar la oscuridad.

—Mingyu. –habló Hansol.– ¿Recuerdas cuando íbamos de camino al Reino Jeon? –Mingyu asintió.– Seungkwan me contó que Wonwoo estaba atrapado en la oscuridad y que Sofía lo había abrazado, y volvió a sus sentidos.

—Entonces Sofía... –murmuró Mingyu.

—Hay que encontrar el modo que no salga afectada.

La boda entre Lee Seokmin y Kwon Soonyoung se estaba efectuando en el mismo momento en que Wonwoo había despertado. Se recargó en el respaldo de su cama, tratando de recordar porque estaba ahí, pero fue como si una pieza faltara y no recordaba nada. Tocó su cabeza, le dolía como su hubiera sufrido un fuerte golpe en ella. Creía haber estado solo, pero cuando levantó su cabeza, ahí estaba Jihoon, cruzado de brazos observándolo.

El Príncipe Encantado - SEVENTEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora