Capítulo 0: El libro.

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Pétalos de Sakura.

Ellos, suelen caer diarios sin ninguna razón aparente. Simplemente, al caer, solo logran crear un entorno hermoso pero, luego ser marchitan aquellos pétalos que cayeron del árbol hasta no ser nada y solo ser nada. Quedando completamente olvidadas como una hoja que se desvanece por tus manos.

Al menos, así es para mí.

La mayoría de las personas ven los pétalos Sakura como una hermosa composición entre el viento y baile de hojas logrando transmitir un aura de felicidad y amor por donde se le mirase.

Sin embargo, no veo nada más que una triste realidad, una dura, una sin esperanza y una sin compasión como las santas guerras que se oían aveces por murmullos en los pasillos de la institución. Un recado que para mí, es una completa farsa. Después de todo, desdé que nací, siempre a habido paz. Quizá se deba al echo de que la santas guerras eran pura mentira. O al menos, eso me gustaría creer por completo. Pues, en mis tiempos libres, suelo ir a un lugar que desdé pequeña me causa aunque sea un sensación. Y es paz. El lugar esta muy bien nutrido en cuanto a la naturaleza. Los arboles que, a pesar que eran muy pocos, tenían un buen toqué. El pasto era medio largo y, escombros de a lo que a mí parecer era un antiguo templo o castillo, estaban por los alrededores clavados en la tierra. Al hunos lograban tener pasto y otros simplemente se veían algo intactos.

Me pregunto, ¿como son esos sentimientos? ×____ Keinko× ¿se sentirán bien? Ya ni siquiera recuerdo esa sensación cuando los sentía y era pequeña.

—¡____ Keinko!

Solté un ligero jadeo al oír que era llamada. Levante mí cabeza  que estaba sobre mis brazos y guíe mí vista hacía el profesor que me llamó la atención.

—¿S-si, sensei? —Pronuncie un poco ida mientras sonreía apenadamente haciendo que mí máscara saliera a flote discretamente.

—¿Te gustaría compartir algo con la clase? —La voz del profesor sonaba algo enojada indicándome que debía actuar.

—Lo siento, sensei. Desdé esta mañana me he sentido mal. Realmente lo lamento.. —Me levanté de mí pupitre y comencé a encaminarme en dirección al pizarron, —Ya resolveré las ecuaciones. —mí mano se dirigió hacía el pizarron y al apenas tocarla sentí como la mano de mí profesor me detenía.

Conseguí mí cometido.

—Ve a la enfermería. Perdona por el mal entendido.

—¡Gracias, sensei! —Sonreí de manera tierna y agradecida, sintiendo como los demás alumnos de mí salón me miraban enternecidos y con ojos brillantes.

Tomé mí bolso y comencé a dirigirme hacía la puerta del salón para poder salir sin siquiera  dirigit alguna mirada a mis compaleros que solo gritaban sus preocupaciones por mí. Era algo estresante y agotador escuchar eso apesar de que era algo "bueno" pero, lo pensaba correctamente, era solo para llamar mí atención y que me enamorase de uno de ellos. Tratando de cosquitar mí corazon oara ser exacta.

Los pasillos en los que mis pies comenzaban a camimar se llenaron de algunas personas. La mayoría era por porfesoras y pocos por estudiantes debido a que éstos eran los gerentes y manos derecha del profesor para futuros eventos o misas. Al llegar cerca de la enfermaria, tomé una ligera bocabada de aire y abrí la puerta detenidamente. El lugar estaba deciertico, no había ni una alma en el lugar por lo cual me sororendido vigorosamente. Mis pasos se adentraron lentamente al lugar mientras que mis ojos era posados en cada fracción  de la habitación.

Mis pasos seguían sin cesar y mis ojos captaron un libro que llamó totalmente mí atención por el trayecto de mí caminar, como si de una joya se tratase lo que estuviera frente mis ojos. Con algo de desdén, deje mí mochila a un lado para tomar el libro sintiendo como la comisura de las hojas rosaban suavemente mis dedos. Las páginas por alguna extraña razón se encontraban en blanco pero, entre más ojeaba las páginas lograban tornarse más negras y al llegar a la última, una marca extraña color rojo brillaban con gran fuerza haciendo que sentará total atención a ésta. Unas de mis manos se acercó a aquella marca lentamente po inercia y, al tocarla, una gran luz comenzó a invadir me hasta finalmente desaparecer en la mismísima oscuridad.





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Hola, espero que tenga un buen día, tarde, etc. Volví de mí gran descanso y muerte trayendo una nueva historia para nuevos sasones de la personas. Sin embargo, no tienen por qué preocuparse si es corto, normalmente suelo esvribir 3000 palabras por capítulo pero, ya como era el prólogo lo quise dejar hasta aquí. En cuanto a mis otras historias, comenzaré a escribir para subirlas ya que llevan un tiempo sin actualizarse.

Bueno, espero y disfruten.

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.•Jazmín_ZD fuera•.

• Siempre seré tu ama • |Gilgamesh x Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora