Siempre para ti [#STQAT 2]

Capítulo 3

Burbuja

No tardo mucho hasta llegar a la residencia. El bus pasó más rápido de lo normal, lo cual agradezco con todo mi corazón. Mi turno parecía que nunca terminaba. Cada vez que miraba el reloj pasaba solo un minuto. ¡Era tan desesperante! Bueno, admito que estaba un pelín impaciente. ¡Es que cómo no estarlo! Mi primera fiesta de fraternidad.

Cuando uno se imagina la vida universitaria, piensa, además de los estudios y el estrés, en las fiestas y en la alegría que produce eso. Bailar hasta que salga el sol. Conocer personas nuevas. Reírse de todo. Y, cómo no, de tomar un poquito con amigos. ¡Estoy tan feliz!

Abro la puerta de mi habitación muy apurada. En el pasillo había chicas y chicos de aquí para allá, sin parar de moverse. A estas horas todos vuelven a las residencias; ya sea a descansar o a prepararse para la noche, como yo.

Veo a Piper parada frente a su cama. Hay varias prendas estiradas en el edredón. Se acaricia el cabello mientras piensa qué usar.

—Hola. —la saludo cerrando la puerta detrás mío. Suelta un pequeño grito.

—¡Viniste! —se acerca a mí y toma una de mis manos. —Ven. Necesito ayuda. —me sienta en la cama. Apoyo mis manos en mi falda. Toma un top verde fluorescente sin mangas. Se quita su camiseta y se desabrocha el brasier. Me tapo rápidamente los ojos y giro mi cabeza para el otro lado. ¿Alguna vez me acostumbraré?

—D-dime cuando t-termines. —murmuro mirando mi lado de la habitación.

—¡Listo! —exclama. Me doy media vuelta y la veo con el top. Realmente le queda bellísimo, aunque para mi gusto es muy llamativo.

—Amo. Lo amo. Es para ti definitivamente. —digo emocionada. Piper me sonríe, da unos giros luciendo su top. En el momento que ella busca la siguiente prenda, oigo un crujido de sapo. Me levanto de la cama y busco mi móvil para atender. Es mi mamá. Le hago una seña rápida a mi compañera de habitación antes de salir del cuarto.

—¿Hola? —saludo.

—¡Burbuja! Qué alegría es oírte.— su voz pausada resuena en mi cabeza como si estuviera al frente mío. —¿Está todo en orden?

—Sí. Todo, por suerte, está perfecto. —digo caminando por el pasillo. —Hoy tengo una fiesta y voy a ir con Piper.

—¿Piper? —pregunta ella.

—Mi compañera de cuarto. —levanto los ojos al pensar cuántas veces me habrá preguntado quién es ella.

—¡Ah sí! Cierto. —exclama dejándome media sorda. —Mándale saludos de mi parte. —la escucho suspirar. —Ten mucho cuidado en esas fiestas. Sabes que yo trato con muchos muchachos que toman mucho y terminan en un coma.

—No te preocupes. Sabes que me cuido con eso... —camino por el pasillo mirando mis zapatillas.

—¿Y en lo otro también no?

—¿En lo otro? —pregunto sin entender a lo que se refiere.

—Me refiero al sexo cariño. —suelta una pequeña risita.

—¡Mamá! —chillo un poco conmocionada por su respuesta. Su risita se convierte en una carcajada.

—Pero es cierto, cuídate en todas las formas y ámbitos posibles. —ambos hacemos una breve pausa. —Te quiero mucho mi amor.