Días de colores [Starker] EDITANDO

27. Ejecución

- Bien, recapitulemos. - Habló Steve.

- Primero organizo una fiesta, lo embriago bien feo, y tomamos fotos comprometedoras para Peter, así Tony lo deja y tú consuelas a Tony y yo contengo a Peter. Todos salimos ganando. - Respasó por último vez el rubio más pequeño.

Rogers sonrió satisfecho - Eres un excelente soldado. - bromeó para ambos. - Creo que te puedo echar una mano con la organización.

- Sí, genial.

Hicieron un par de llamadas, al servicio de comida, música y otras cosas, en cuestión de tres horas te ya tenían toda una fiesta montada.

Entonces empezaron a enviar las invitaciones, para no levantar sospechas, simplemente invitaron a toda la escuela y ya.

***

Peter miraba atentamente la gran pantalla del cine, metiendo palomitas a su boca rítmicamente, recitando las líneas de la segunda entrega de Stars wars, ya había visto aquella película mil veces, y la volvería a ver otras mil más sin problemas.

Tony miraba lleno de gracia como Peter tenía grabado en el cerebro los diálogos enteros de aquella película, también le había hecho gracia la cara que puso cuando luego de recogerlo de clases lo llevó al cine y se enteró que había reservado la sala más grande para pasar una maratón de esas películas que tanto adoraba. Realmente haría todo por ese mocoso.

- Underoos - susurro a su oído. Peter movió levemente la cabeza para oirlo - Eres de lo mejor que me pasó en la vida - volvió a susurrar

Parker dejó de comer sus dulces en seco, lo miró completamente y quedó ahí, viéndolo, tratando de tratarse esas palabras. Parpadeó varias veces hasta que su cerebro logró enviar la información necesaria para reaccionar.

- Señor Stark... - se recostó en su pecho, justo al lado del corazón que muchos rumoreaban que no tenía, y se enfocó en oír sus latidos calmados - Yo lo amo demasiado - contestó con una enorme sonrisa acurrucandose contra él.

Luego las películas pasaron a segundo plano, se enfocaron más en dedicarse tiempo, ya que eso era lo que Peter había dicho pedido. Nada había sido subido de tono, simplemente besos muy duraderos y profundos, alguna que otra caricia escurridiza y muchas declaraciones amorosas.

Y siguieron así hasta que les llegó la hora de volver a casa, forzadamente se detuvieron, pero ya que.

Peter en todo momento evadía el tema de la escuela, sabía que su situación allí no era de momento buena, y también sabía que Stark se enfadaría cunado se enterara. Así que prefería prolongar su alegría, aunque sea por unos días más.

Al revisar su celular encontró un mensaje de Harry, sonrió y lo abrió. Era una invitación para una fiesta en una discoteca de Queens. Ni tardó en pedirle permiso a Tony.

- ¡Señor Stark! Mis amigos han organizado una fiesta ¿Puedo ir? Es esta noche. - sonrió.

- Pues claro, te hace falta salir. Ya pareces un ermitaño. - bromeó. Peter soltó una ligera risa.

***

Había llegado hace unos minutos a la discoteca, desde afuera se oía la fuerte música y muchos jóvenes estaban afuera o fumando o... Haciendo cosas.

Parker pasó olímpicamente de ellos y entró. No tardó demasiado en rastrear a su grupito de tres y quedarse con ellos.

Se quedaban en una esquina de la barra, la mejor ubicación posible, según MJ. cerca de las bebidas y la música, libre de tantas personas.

Y en parte tenía razón.

Los vasos llenos de alcohol empezaban a venir y venir a las manos de Peter, nunca había tomado fuera de casa, pero siempre hay una primera vez. Algunas caipirinhas, cervezas, mojitos y uno que otro shot de vodka. El muchacho tenía aguante y lo estaba demostrando muy bien.

- Petepooh, ven, ¡bailemos! - pidió Erick, su voz ya hacía notar las copas que se llevaba.

Jaló del brazo a la araña y se lo llevó a la pista de baile, entonces empezó el perreo intenso.

Ned minoría de risa al ver como sus amigos bailaban al ritmo de "Con altura", "mamarre" y otras canciones que no eran de las favoritas de Peter, o eso decía, porque las bailaba como todos reguetonero hecho y derecho. Movía las caderas con sensualidad desbordante y de manera hipnótica. Un deleite a la vista. Erick tampoco se quedaba atrás.

Luego de una larguísima ronda de baile Peter se dió de baja, se acercó a la barra y pidió otro trago, de lo que sea. Tan eufórico estaba que ni siquiera notó que el barman ni siquiera era el mismo, sinó que otro chico invitado a la fiesta que se tomaba la libertad de meterle algo a los vasos.

- ¿Está ocupado? - Harry llamó la atención de Peter amablemente señalando una de las butacas.

- No, siéntate - sonrió tomando el vaso que le había facilitado el chico, dándole un trago grande.

La conversación se dió con normalidad, nada interesante a lo que Peter consierne. Entonces comenzó a sentir los efectos del alcohol y algo más. Sus pupilas se dilataron excesivamente, y su cuerpo se llenó de energía al igual que su cerebro, aunque no podía controlar bien sus movimientos.

Entonces Harry trató de actuar.

El joven detrás de la barra sacó el celular discretamente y comenzó a grabar los tanteos que Harry le lanzaba, los cuales Peter rechazaba con mucha amabilidad y gracia. Y ahí fue cuando lo besó, instintivamente Parker lo empujó, como si fuera que todas las sustancias ingeridas se habían esfumado. Se levantó de su silla bruscamente y se sintió completamente mareado.

- Peter - dijo él.

- ¡No! - lo alejó un poco con el brazo temblando - Lo habías prometido... - dió media vuelta algo desilusionado y comenzó a caminar entre las personas, completamente mareado.

Algo andaba mal, realmente mal, habían demasiados colores, se sentía extrañamente bien, aunque sabía que algo estaba fuera de lugar.

Se sentía muy relajado de un momento a otro y también lleno de euforia, pero ya se había aburrido de estar allí. Abandonó el lugar sin avisar a nadie y como si fuera que se encontraba en sus mejores condiciones decidió caminar hasta el complejo.

Caminó y caminó - o más bien corrió - por más de una hora, el frío de su cuerpo con 32° de temperatura ambiente delataban la fiebre que le había dado, sentía conmocionado, demasiadas luces de colores y cosas distorsionadas,

Su cuerpo ya no dió abasto y se desplomó en plena vereda, temblando exageradamente, con frío y siendo atacado por brutales alucinaciones causadas por algo que él no sabía.

Decidió cerrar sus ojos y dormir en ese mismo lugar.