P2: Sacrificios.

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—¿Se puede saber qué demonios pasa contigo?—vociferó Zabdiel entrando en la habitación de Erick. El ojiverde despegó sus ojos de la pantalla de su teléfono y llevó sus ojos hasta los de su hermano antes de volver a apartar la mirada con total indiferencia.—¡Por Dios, Erick! ¡Estoy hablándote!—agregó lanzándole el cojín del sofá individual de la habitación del chico.

—¿Qué demonios pasa contigo?—cuestionó finalmente. Zabdiel negó de inmediato.

—Danna ni siquiera te tiene en su lista de personas a las cuales voltear a ver y ahora vienes a arruinarle la existencia apoyando a nuestros padres con esa estupidez de quererlos casar...—Erick suspiró.

—Para Zabdiel...

—¡Se odian el uno al otro! No se soportan. ¿Cómo se supone que se casarán?—preguntó ofendido.

Los ojos de Erick se volvieron a posar en los del muchacho y negó un poco.—¡Eso no es asunto tuyo, Zabdiel!—respondió en tono mordaz.

—A diferencia de ti; Danna a mi si me cae bien.—le recordó.—Además...te estás prestando a los juegos de papá porque vamos a ser sinceros...tú tampoco te quieres casar y si aceptaste fue sólo porque de esa manera la fastidias a ella...—le aseguró.—¡Reacciona, Erick!

—¡Basta ya, Zabdiel!—le gritó lleno de molestia.—Tú no sabes nada. ¿O es que acaso eres tú el que se quiere casar con Danna?—cuestionó sin apartar sus ojos. Zabdiel le lanzó una mirada cargada de indiferencia y negó.

—¿Te volviste idiota o algo así? ¡Claro que no!—la indignación se filtró en el tono de voz del muchacho. Erick cerró sus ojos un momento y negó débilmente.—Sólo me preocupo porque con esta estupidez que tú apoyaste...los dos van a ser completamente infelices el uno con el otro...prepárate Erick porque estás a punto de comenzar a vivir los peores cinco años de tu vida...

Erick se quedó en silencio mientras su hermano salía de la habitación con pasos acelerados. Dejó escapar el aire de sus pulmones y negó débilmente porque aunque no lo pensaba admitir en voz alta; él tenía razón. Ellos no era el uno para el otro y era bastante evidente que no soportaban estar en presencia del otro por más de cinco minutos...

¿Entonces como rayos iban a hacer para vivir cinco años juntos...?

(...)

—De acuerdo...no sé que es lo que está pasando contigo pero claramente hoy no es tu mejor día...—anunció Summer tomando asiento en el suelo de madera del estudio.—El día de hoy estás tan distraída que ni siquiera te ataste bien las zapatillas, Danna...te puedes lastimar a ti misma...—Danna se sentó a su lado en silencio y la chica la miró fijamente.—¿Danna...?

—Lo siento. ¿Qué me estabas diciendo...?—cuestionó en voz baja.

—¿Se puede saber qué te pasa el día hoy...?—preguntó Summer.—Regularmente eres un poco despistada pero el día de hoy lo estás mucho más...

—Es que ayer tuve un día horrible y ni siquiera pude dormir por la noche...—murmuró llevando sus manos hasta su rostro.

—Si bueno...eso deduje por la pinta que tienes...

—¿Podemos dejar la clase para después...?—Summer asintió.—Es que necesito hablar con Christopher...

—¿Está todo bien entre ustedes...?—Danna la miró fijamente y asintió lentamente sin saber realmente que era lo que estaba haciendo.

—Mi vida es una mierda, Summer...—decidió.—La peor de todas, de verdad...—añadió dejando que las primeras lágrimas escaparan de sus ojos.

¿Sera porque te amo?||Erick B. Colón.|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora