Capítulo I : Heridas

29.1K 1.4K 1.1K
                                    

Narra Mafuyu

Día a día...

Noche a noche...

Siempre te llevo conmigo...

Fue lo que te prometí ese día...

A pesar que ya pronto se cumplirá un año... Quiero negarme a olvidarte pero también quiero aceptar el hecho de que es momento de avanzar

Pero...

¿Como?...

Si todos los días y noches llevo conmigo esta marca en mí... Que me hace negar mi naturaleza

Daría lo que sea por dejar este recuerdo y avanzar hacia el que me ofrece un lugar a su lado...

Si tan sólo...

—Hey Sato!!! — levante mi vista encontrándome con mis Itaya-kun y Ueki-kun
—¿Vienes a jugar?... Ue-chi ya esta en el gimnasio — me pregunto Itaka-kun
—Paso por hoy no me siento muy bien... ¿Puedo ir a observarlos? — respondí para devolver la pregunta
—Claro no hay problema... Pero ahora que me fijo estas un poco rojo... ¿No tendrás fiebre? — me preguntó de nuevo cambiando la pregunta
—No lo creo... — me levanté

Los tres salimos del salón encaminándonos hacia el gimnasio... Sentía que mi ritmo cardíaco era un poco mas acelerado... Mi cabeza daba vueltas...

Una sensación que me era familiar y a la vez lejana...

—MAFUYUU!!! — escuche la voz de Uenoyama-kun llamarme

Cuando logre concentrarme me di cuenta de que estaba siendo sujetado de mis hombros

—Idiota... ¿Que se te paso por la mente al salir en estas condiciones? — me regaño Uenoyama-kun mientras colocaba su sudadera de gimnasia en mis hombros
—Ehh... ¿Que pasa Uenoyama? — pregunto confundido Itaya-kun
—Nada... Hoy no jugaré... Llevaré a Mafuyu a la enfermería... Nos vemos luego — dijo para luego empezar a jalarme por los pasillos

Sentía que mi cuerpo se calentaba ligeramente... Ciertamente era una sensación familiar... Algo con lo que vivimos día a día nosotros los omegas...

Una sensación que había olvidado desde que el se fue...

—Buen trabajo Uenoyama-kun... — lo felicito la enfermera mientras que a mí...  — Me sorprende de ti Sato-kun desde que ingresaste a esta escuela me fije que eras muy precavido
—Lo siento... — me disculpe ante el regaño
—Tranquilo siempre hay una primera vez para todo... Afortunadamente solo es el inicio... Tómate el supresor y descansa aquí yo llamare a tu familia para que venga a recogerte... Uenoyama-kun tu también quédate hasta que te haga efecto el supresor... Ahora vuelvo okey — nos dijo el doctor para después irse

Supresores...

Inicio...

Mi celo...

Todas son cosas que había olvidado

Me eche en la cama que había en la enfermería, el ambiente era muy silencioso... Podría sentir mi aroma en el aire... Fije mi vista en Uenoyama-kun... El estaba sentado frente al escritorio con los ojos cerrados y los brazos cruzado

—¿Ya te sientes mejor? — me preguntó
—Un poco... ¿Y tu? — respondí par luego preguntar por él
—Yo estoy bien... Solo fue por precaución tu aroma no me hizo mucho efecto... — me respondió mientras se acerco a mi para sentarse en la cama y tomarme de la mano
—¿Como lo supiste? Que yo... — no pude terminar
—Sentí tu aroma un poco fuerte... Normalmente tu aroma es muy ligero y hasta imperceptible... Así que cuando lo sentí supe que algo pasaba — contesto mirándome
—Ya veo — dije cerrando mis ojos pero los abrí al escuchar la puerta ser abierta
—Sato-kun... ¿Hay algún otro número al que podamos llamar? — me preguntó la enfermera a lo que negué
—¿Y si yo lo llevo a su casa? — preguntó Uenoyama-kun
—Mmm... No lo sé — dijo pensando la idea
—No tengo problema... Después de todo es mi novio — dije viendo como se puso nervioso
—Ohh ya veo... Bien esta bien... Pero no puedo dejarlos irse ahora... Tendrán que esperarse al segundo receso... Sato-kun puedes quedarte aquí si quieres hasta entonces— me dijo la enfermera
—No esta bien... Regresaré a mi clase — dije tratando de levantarme pero Uenoyama-kun me detuvo
—Quédate aquí — me ordeno
—Pero... — trate de negarme
—Por favor... No es por ser autoritario ni creerme tu dueño pero eres un omega y me preocupa que estés rodeado de betas y alfas que puedan hacerte daño — dijo tomando mis manos
—Pero el profesor estarán ahí... — defendí mi punto de vista
—Claro que lo se... Pero por favor quedaré aquí — me pidió — ¿Esta bien?
—Esta bien — dije suspirando resignado
—No te preocupes Uenoyama-kun yo me encargo de cuidarlo — afirmó la enfermera

Junto a tí [Given] OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora