capítulo 2

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Nos quedamos toda la tarde en el parque acostados en el interior de uno de los juegos. Entre besos y caricias relatábamos historias divertidas y algunas traumantes de nuestras vidas.

– ¿Me estás diciendo que unos niños metieron un sapo en tus pantalones y por eso ahora les tienes miedo?–pregunté un poco divertida mientras jugaba con su cabello.

– ¡No te burles! En verdad me asusté, podía sentir su viscosidad contra mi piel.–hizo una cara de asco y besé su mejilla.

– Te protegeré de todos los sapos del mundo si tú me proteges de todas las arañas.–lo miré directo a los ojos, sonrió ampliamente antes de asentir y besarme.

– Tengo hambre. –murmuró sobre mis labios pegándome más a su cuerpo.

– Vayamos a mi casa, te cocinaré algo.–me separé con una sonrisa divertida.

– No me refería a eso pero acepto la oferta.–solté una risa y salimos del juego. Ya estaba atardeciendo y no había nadie más aparte de nosotros, supuse que las dos familias que estaban ahí cuando llegamos se fueron unas horas antes.

Tomamos un taxi, la casa estaba un poco lejos de donde estábamos. Cuando llegamos rogué en mi interior que mi hermana no estuviera. Ella odiaba a Andrew pero odiaba aún más la infidelidad, nuestra madre hizo eso, y después de varios años seguía odiándola hasta el punto en que ignoraba su existencia.

Abrí la puerta con cuidado y entré primero para revisar, sonreí al ver que no estaba, tal vez había ido de fiesta con las hermanas de Hendery. Sí, hermanas, en plural, Cecilia y Catherine también eran hermanas de Hendery, al parecer sus padres habían tenido hijas hasta tener al varón. Admiraba a Hendery, soportar a tres hermanas mayores, yo tenía sólo una y sentía que en cualquier momento iba a terminar matándola.

– Entra, no hay nadie.–le dije a Hendery y caminé a la cocina. Revisé el refrigerador, había bastante comida aún. –¿Qué quieres comer, Hendery?

Sentí sus manos en mi cintura y sus labios en mi hombro, cerré los ojos disfrutando de su cercanía.

– A ti.–comenzó a besar mi cuello y mordí mi labio inferior. Me dejé llevar por las increíbles sensaciones que Hendery me provocaba, nunca había sentido algo parecido. –Quiero hacerte el amor sobre la mesa, ¿crees que tu hermana se enoje mucho?

Asentí cerrando los ojos, escuché la suave risa de Hendery sobre mi oído y después me llevó a la mesa, recostándome con cuidado.

– Hagámosla enojar, entonces. –susurró quitándome el pantalón.

(...)

Desperté al escuchar mi tono de llamada, miré a mi lado mientras me sentaba, Hendery seguía dormido y abrazaba una almohada. Sonreí por lo adorable que se veía, me estiré para tomar mi teléfono y contesté sin ver quién me llamaba.

Gran error.

– ¿Por qué demonios no me contestas? Llevo llamándote desde anoche, estúpida.–mi sonrisa se borró al escuchar la voz de Andrew. No contesté. Me levanté con cuidado de no despertar a Hendery y salí de la habitación.–¡Responde, maldición!

– Ayer me quedé dormida temprano y... Hoy, mi hermana y yo salimos a conocer la cuidad con unas amigas. Lo siento, no volverá a pasar...

– ¡Claro que no volverá a pasar! Quiero que me llames cada maldita hora, ¿entiendes? Y dime el nombre de esas amigas tuyas, les preguntaré si estuvieron contigo. Quiero fotos también.–tragué duro y me apoyé en la pared. ¿Cómo era posible que mi novio pudiera hacerme sentir tan mierda en sólo unos segundos? Y pensar que unas horas antes estaba tan feliz junto a... Me paralicé, si Andrew se enteraba de Hendery me mataría apenas pusiera un pie en Hong Kong.

– Ehmm, m-mis amigas se llaman... Crystal, Catherine y Cecilia. Las fotos te las mandaré luego.–mordí el interior de mi mejilla aguantando las ganas de llorar.

– Te escucho nerviosa, ¿estás ocultándome algo? Había chicos con ustedes, ¿no es así?–su tono molesto hizo que mi piel se erizara del miedo.–Mhm, eres demasiado fea, ningún chico se fijaría en ti, así que no me preocuparé por eso... Y menos con esas amigas tuyas. Rayos, esas chicas sí que son sexys... –se escuchó a la lejanía, tal vez ya estaba revisando las redes sociales de las chicas.–Hablamos luego. Te amo.–colgó sin esperar respuesta. Ese "te amo" que usualmente haría que le perdonara cualquier cosa y me rindiera a sus pies, esa vez no hizo más que darme rabia y asco. Caí al suelo comenzando a llorar, sentía repulsión de mí misma.

Me tranquilicé un poco al sentir unos brazos rodearme. Abracé con fuerza a Hendery y escondí mi rostro en su cuello mientras acariciaba mi cabello, consolándome.

– ¿Te llamó?–asentí pegándome más a su cuerpo. –Tranquila, amor... No dejaré que te haga nada, ¿bien? Deberías terminar con él...

– N-no puedo... Tengo miedo, Hendery... No me importaría que me hiciera algo a mí pero... Ahora te tengo a ti, no soportaría que te hiciera daño por mi culpa.–se separó un poco y tomó mi rostro entre sus manos.

– Créeme, él no me hará nada, es un cobarde... Te amo, Jiaxing.–lo miré directo a los ojos. Y por primera vez al escuchar esas palabras me sentí amada en verdad.

Forget Your Boyfriend | henderyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora