De nada sirve, así comienza una canción...
En medio de mis latentes pensamientos intentando buscar el cabo por donde comenzar este escrito, surge el escuchar, siempre la música es mi guía para plasmar, pero recuerdo tácitamente el momento en el que decidí dejar de sentir temor, estaba en mi estrecha habitación y pensaba en mi gran defecto de ser introvertida y como eso me había hecho fracasar en muchos aspectos de mis caminados 24, recuerdo que apreté tan fuerte mis puños que mis largas uñas quedaron marcadas en mis palmas y dejaron rasguños en ellas, lo cierto es que en ese momento escuchando "La Cima" me dije, es hora de disipar neutrones, es hora de que dejes de vivir con la pregunta ¿Que pasaría? ¿Que hago? ¿Sera que me atrevo? y me convertí en un ser errante y salvaje, dispuesta a comerse el mundo, a gritar lo que sentía sin importar cuanto la pudieran juzgar, decidí que si mi corazón podía latir y mi sistema límbico dar origen a sentimientos ¿Por que no expresarlos? si ya la sociedad nos ha condicionado a no decir por prejuicio y la mayor parte del gentilicio se apega a este falso estatuto de conducta, en el cual no encuentro lógica.
El miedo te detiene, te atrasa, te condiciona, te llena de frustración, te 🎲 que no puedes, te maltrata y te hace sentir como el bachaquito feo del cuento, ese que nadie quiere pero que en algún momento de la historia todos necesitan, que injusto ¿Cierto? pero la vida esta escrita en canciones y "No existe fuerza motriz mas fuerte que la voluntad" esta frase te transforma la vida y cuando buscas tantas respuestas, ella se adhiere a ti como tinta indeleble.
El impulso te motiva, la adrenalina que sientes al atreverte y no tener ni una pisca de miedo, es incomparable, así que estamos de paso en este cuerpo llamado tierra que flota en el espacio, no desperdiciar ni un segundo de vida es nuestra obligación y al cumplir esta regla nos estamos amando de forma incondicional.
(Eddyl M)