Es de madrugada, se siente una brisa que transmite el frío de aquel dia el sol recién se está poniendo en el cielo las olas son muy débiles pero a la orilla se encontraba alguien caminando y ese era Argentina. El solía hacer esto cuando tenía alguna pena que lo molestaba cuando camina cerca de la orilla sentía como sus penas se las llevaba el mar o era lo que sentía todas las veces, como aquellas tristezas se iban con la ida y venida del agua que mojaba sus pies sacándole una sonrisa.
Ya habia pasado mucho desde que no lo hacía pero apesar del tiempo que pasara seguia funcionando y eso era lo que más importaba poder quitarse la pena frustración o algún miedo asi sacaba a relucir aquella personalidad alegre que lo caracterizaba.
Aquel argentino había estado un buen rato analizando algunos errores que habia cometido en el pasado, cada vez que caminaba parecía que lo hacía sin algún rumbo pero ese era el motivo solucionar las cosas por el mismo ¿no es así?. La verdad era que el mismo trataba de engañarse con esto, no podia dejar el pasado atrás le era casi imposible tal vez si alguien lo ayudará sería más fácil pero el tampoco quería llamar mucho la atención de los otros ya lo hizo una vez y no salió como el esperaba.
El ya había perdonado pidió de igual manera perdón por lo que hizo pero a raíz de esto se quedó con la idea de callar o mejor dicho tomar el papel de escuchar las quejas de los demás más no decir mucho sobre sus problemas, así se quedó por mucho tiempo. Sin embargo el quería que alguien escuchara sus problemas quería volver a confiar en alguien lo necesitaba ya no podía guardar aquellos sentimientos lastimosamente el miedo a que le vuelvan a fallar era más grande.
El se quedó más tiempo ahí meditando mucho sobre todo, como el decía lo habitual en su vida era como si se hubiera conformado a que sucediera tarde o temprano volverían aquellos recuerdos, se sentó mirando las pequeñas olas que proporcionaba el mar dándose y de esa forma supo que ya había comenzado el día fue una buena forma de comenzar el día.
Este se paró mostrando una sonrisa, se dirigió a su auto mirando por última vez el mar para arrancar y hacer sus cosas. Después de haber vuelto a casa se metió a su laptop fijándose las tareas para decirse a si mismo que ya era hora de trabajar. De esa forma transcurrió la mañana al igual que la tarde, su energía se había acabado esa era la rutina aburrida y repetitiva sin embargo que se podía hacer.
El argentino se levantó de su sala donde solía trabajar para dirigirse a la cocina tomando un poco de agua, de pronto alguien toca su puerta cuando escucha esto el ya mencionado se dirigió hacia la puerta un poco desganado toma el manilla de la puerta para toparse con su hermano.
— Argie- dice el Uruguayo dedicando un abrazo cariñoso al cual corresponde el ya mencionado de la misma forma- ¿Tienes planes para hoy?
—En realidad no tengo nada ¿Porque?- dice Argentina sonriente
—Te digo para ir a comer a la calle ¿Vienes o te quedas?
—¿Nosotros 2 o alguien más?- preguntaba el Argentino interesado por la propuesta debía pensarlo bien
— ¿Nosotros? Es una cena entre todos los países sudamericanos me dijeron que han intentado contactarte pero vos no dijiste nada así que me dijeron que te lleve- dijo el menor muy emocionado
—Ay no lo se
—Vamos se que no te arrepentirás de esto, será divertido
—No lo sé
—No irías por mi- dijo el menor poniendo una carita de suplica a la que no podía decir Argentina.
—Ash esta bien vamos
Después de decir esto ambos se meten el auto del uruguayo, este se encuentra muy emocionado últimamente el argentino a estado muy distante esta sería una buena oportunidad para ser sociable otra vez. Uruguay tenía buenas intensiones solo queria que su hermano estuviera feliz era una de las cosas que más le importaban por esta razón no le dijo la verdad.
Y la verdad era que no irían todos los países sudamericanos sino irían de diferentes partes del mundo a pedido de la ONU que quería que hubiera más armonía. Uruguay sabía que si le decía todo eso a Argentina este no iría.
Luego de ese largo recorrido entraron al lugar, la cara del argentino era de asombro era un bonito lugar esto hizo que sonriera sin embargo esto le duraría poco después de haber visto a un país europeo que pasó a su costado. Argentina miro a su hermano que simplemente se hizo el loco y agarro la mano de su hermano y lo llevo a una de las mesas, ahí se encontraban Perú, Chile, Colombia, Brazil y Ecuador que tenían una conversación entretenida al ver a su amigo se levantaron para saludarlo dando espacio para que ambos hermanos se sentarán.
Para el argentino todo paso muy rápido ni le dio tiempo para decir alguna palabra o quejarse solo opto por quedarse callado, luego de escuchar tanta plática el uruguayo se fue para irse al baño. Cuando ocurre esto Argentina se levanta.
—Bueno creo que ya me debo ir- dijo el argentino con una sonrisa nerviosa
—Pero recien van a traer la comida- dijo el colombiano jalando la manga del antes mencionado
—Solo espera con nosotros- dijo el brasileño con un tono calmado
El blanquiceleste se vuelve a sentar, hasta que la música calmada que se escuchaba de fondo se detiene y de igual manera las luces se apagan haciéndose presente solo una luz que alumbra a la ONU que lleva consigo unos papeles y un micrófono diciendo las siguientes palabras
— Me alegra que todos hayan podido asistir, creo que todos ya sabemos porque nos reunimos esta noche pero no hace falta recalcar, queremos que en los países hayan grupos que excluyan a otros países por esa razón me di la molestia de cambiar de lugares para que puedan socializar con otros mientras está comida.
Luego de escuchar esto a todas las mesas les otorgaron lugares distintos esto fue un dolor para muchos pero no podía desobeder a la organización, de la mesa se fueron Uruguay, Chile, Colombia, Ecuador y Brazil quedando Perú junto con Argentina ambos se sentaron juntos pues no sabían quienes podrían sentarse junto a ellos.
Aquellas dudas serían contestadas rápidamente ya que se acercaron México, Usa y por último Reino Unido. El Argentino cuando vio al que usaba gorro de copa que también lo miraba, se quedó helado que suerte tenían.
—Oh mierda- dijeron entre susurros ambos países que cruzaron miradas