Capitulo 026. Ataques de Celos.

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Navidad es un día de alegría, no debía preocuparse por lo que pasar mañana, por lo que en compañía de los Pendragons, envolvía los regalos que habia preparado para los pequeños, Duncan llego con lo que le habia pedido, todo estaba listo para celebrar las fiestas, tan solo quedaba echarse una relajante siesta, y luego... prepararse para la noche, donde reirían por una ultima vez, antes de su partida.

—Señorita Maestra —habia entrado Irene al despacho, donde estaban envoltorios de regalo.

—Irene, hola —dice con cierto entusiasmo colocando los presentes debajo del escritorio—. Puedes decirme Des, Señorita maestra, suena un poco raro —comentó sonirendo señalándole uno de los asientos que tenia enfrente.

—A Tallulah no le gustaría que le hable con tanta informalidad —explicaba un poco tímida, Destiny le miraba con una ceja en alto—, en realidad, soy yo a quien salvo, puesto que yo soy la que alguna vez dará su vida por usted, y lo haría sin pensarlo, señorita maestra.

Intento fingir que su comentario le halagaba, y se acomodaba en la silla, esperando que prosiguiera. Irene espero por algunas palabras, sabiendo que era una persona de lo mas elocuente y carismática, pero al silencio prolongarse decidió proseguir.

—Yo en realidad, queria pedirle un favor... —esta se echaba encima del escritorio, y tomaba las manos de la chica entre la suyas, sus grandes ojos verdes se ensanchaban—, por favor lléveme con usted para derrotar a Corvus —pedía mirándola suplicante.

—Irene.

Daba una vuelta en el escritorio, se colocaba en el piso, mirándola al rostro, acariciando la mano que tenia todavia agarrada.

—Corvus me a arrebatado todo, maestra, me quito a mi padre... solo por pura diversión —comentaba la razones para acompañarla, su cabeza caía en su regazo, ya que su mente viajaba a aquel momento de primavera—, las hadas recibimos las estaciones con grandes festivales, yo no puedo participar muy bien en ellos, por mi estatura, pero... ese festival de primavera, mi padre me enseño la magia de viento... ¡Era muy bueno! —miraba el rostro atento de Destiny por la historia, su rostro sonreía recordando calidad lecciones, rebozando en risas—, yo era un cuanto torpe, pero... logre entrar para hacer los rosales exparsirse por el lugar.

»El día del festival... uno de los lacayos de Rave... irrumpieron, él se encontraba ahí, reía con la destrucción y el terror, mi padre murió intentando proteger a la reina de las hadas, pero no puedo olvidar, verlo despedazado, intente salvarlo, pero solo consegui herirme igual —esta se habia roto la ropa, para poder demostrarle que no andaba mintiendo, y la casi pelirroja, notó que tuvieron un intento de sacarle el corazón, al igual de que se le rompieron varias costillas, cayendo de rodillas ante ella, le miraba ahora con lagrimas en los ojos—. y quiero vengarme de lo que me han hecho.

—Maestra... —entraba Tallulah, cuando Irene estaba con la camiseta rota, recibiendo caricias de Destiny en el rostro, su expresión llena de cariño; la expresión de Tallulah, cambiaba completamente, tensando la mandíbula, apreto sus manos y se clavaba las uñas en su palma, evitando armar una escena, pero sus sentidos no la dejaban, habia aprensado a Irene encontra la pared—. ¿Qué haces con la maestra, así? 

—Venia a pedirle un favor a Des —dice casi sin aire, porque Tallulah apretaba su mandíbula con fuerza, estuvo a punto de romperle el cuello, hasta que notaba el tacto de la casi pelirroja en su brazo, la mirada seria y amenazante que tenia en batallas se la aplicaba a ella ahora.

—Maestra —soltaba a Irene.

—Sal, ahora mismo —ordenaba sin mirarle al rostro—, no vayas a entrar hasta que yo te lo diga.

Destiny y las Reliquias de la Muerte [DEH#7]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora