Lo mejor que ha pasado ~ Marco Asensio ~

Capítulo 34

Hoy llevo todo el día cabreada, sobre todo con Marco que ha sido el que ha hecho que me llegue puesto así.
Se ha empeñado en que tengo que salir a cenar con el y sus amigos del equipo a cenar y no entiende que yo ya voy a parir. Que ya he salido de cuentas y no es plan de romper aguas en un restaurante.
Asique el esta en la habitación y yo en salón, los dos de morros. No nos hablamos en estos momentos.
Hace como unos 5 minutos más o menos le he sentido como se metía en el baño, supongo que será para darse una ducha para vestirse ya para la cena, ya es hora de que se vaya preparando. Yo no tengo ningún problema en que el se vaya pero que a mi no me lleve que no quiero romper aguas en un restaurante. Si rompo aguas en algún sitio que no es mi casa que sea en casa de alguien que conozca o cuando voy a la compra o algo, la rutina. Aunque si me pasa en el Mercadona o algo no me haría mucha gracia tampoco.
Dejo de pensar en lo que estaba pensando cuando siento a Marco bajar las escaleras, va guapísimo y es guapísimo. Por mucho que estemos enfadados las cosas como son.

- ¿Ya te vas? - le pregunto a pesar de estar cabreada con el en bueno tono.
- Si - me dice súper serio.
- Disfruta - digo dejando de mirarle para mirar mi móvil.
- Disfrutaría más si te vinieses tú.
- Marco.
- Joder entiendeme, la he organizado yo para que salgas un poco y van todos con sus novias o mujeres menos yo.
- Pero Marco es que puedo parir en cualquier momento. No es plan de romper aguas en un restaurante. Yo no quiero romper aguas en un restaurante.
- Te entiendo, pero también quiero que vengas.
- La próxima vez que seguro que ya he parido ¿vale?
- No, claro, siempre la próxima Claudia. Siempre menos preciando mis planes. Lo hago por ti y los menos precias. Si lo llegas a planear tu me guste o no tengo que hacerlo.
- Marco, eso es mentira y lo sabes. Ni te menos precio tus planes ni te obligo a hacer los míos. ¿Te he obligado en algún momento a venir conmigo por ejemplo a tomarte algo? No. Ya te respondo yo - hace el amago de hablar y le corto - No, Marco, aquí no tienes razón. Nunca te he obligado a nada ni lo voy a hacer. Yo no tengo porque obligarte a nada. Es más si tuvieses que hacer lo que yo dijese como no voy a la cena te diría que no fueses pero ni te lo voy a decir ni quiero que te quedes en casa si no quieres.
- Joder lo siento. Tienes razón. Pero entiendeme que me jode que haga un plan para ti, para que saliese porque ahora con el embarazo en la recta final sales súper poco y quería que te despejases un poco que lo necesitarás.
- Y te lo agradezco. Muchísimo, no sabes cuanto te lo agradezco. ¿Me das un abrazo y un beso? Que no me has dado ninguno hoy - no puedo enfadarme con él.
- Te quiero - dice dándome un abrazo y un beso en el cuello.
- Cuando ya tengamos aquí a Adara nos vamos tu y yo solos para que me despeje que seguro que lo necesitaré más que ahora y tu también lo necesitaras - digo cogiéndole de la cara con las dos manos y dándole un beso - Te quiero precioso.
- Tu si que eres preciosa. Y el embarazo te sienta genial.
- Anda, vete ya. Que te estarán esperando.
- Ya no quiero ir. Ahora que ya estoy bien contigo me quiero quedar aquí contigo que llevamos todo el día sin hablarnos ni nada.
- Ahora si que te voy a obligar a hacer algo. Te obligo a ir a la cena con tus amigos - digo señalando la puerta del salón y riendo.
- Ves como me obligabas a cosas. Es broma - dice dándome un beso - Me voy porque me lo has pedido tu. Os quiero. Si pasa algo llámame.
- Sii, yo te llamo. Te queremos. ¡Pon el móvil en sonido! Que luego le tienes en silencio - digo ya cuando esta saliendo por la puerta de casa.
- ¡Adiós! ¡Te quiero!
- ¡Yo si que te quiero!

Y así estamos cuando discutimos fuerte como hoy. En cuanto nos ponemos a hablar lo arreglamos echando hostias. Pero como somos unos orgullosos que tela pues nos podemos pasar un día sin hablarnos.