A las tres de la madrugada una patrullera rondaba por las calles de Queens, haciendo el ya típico control.
Con las luces altas, y la marcha baja, los uniformados que compartían unas hamburguesas con refrescos vieron a un chico tirado al lado de un banco, a pocas cuadras de una famosa discoteca del barrio.
Se detuvieron en frente mismo de aquel chico y bajaron a revisar, no había sangre, ni marcas de goloes, nada para alarmarse. Entonces procedieron a identificar al desconocido.
Y nada fue encontrado, no sabían absolutamente nada de aquel chico, pues no llevaba ninguna identificación, ni billetera y el celular estaba apagado, lo único que podían hacer era llevarlo a la estación y esperar a que despertara y así lo hicieron.
Mientras tanto Tony moría de los nervios al no saber dónde carajos se había metido su mocoso. Ya había mandado a Friday a rastrear su celular tres veces, pero la IA siempre decía lo mismo. Sin señal.
Estaba a un pelo de tomar las llaves del auto e ir a irrumpir en la fiesta buscando al niño ese, lo que en realidad no era tan mala opción, al menos sabría que salió de allí ebrio y drogado.
— Y que me dices del rastreador que le implantaron en el cuello, Fry. — su cerebro estaba en un colapso de desesperación.
— Karen lo desactivó hace un mes — contestó la voz robótica.
— ¡Mocoso atrevido! Maldita se, Friday, ¡Dame opciones, ahora! — se sostuvo la cabeza — sus amigos estaban demasiado ebrios para entender de lo que les hablaba, vamos linda, tiendeme una mano. — suplicó desesperado.
La inteligencia empezó a calcular las posibilidades y lugares donde podría estar, pero nada era lo que se le ocurría.
— Lo lamento, jefe — se lamentó — Pero creo que lo mejor sería ir a buscarlo usted.
El genio negó con la cabeza.
— Linda... Sólo por si acaso,busca los registros de entrada en los hospitales de la zona y mantenme informado ¿Sí? — Friday obedeció.
***
La cabeza de Peter empezó a doler tan fuerte que no pudo más seguir dormido, abrió los ojos y sintió como sus pupilas se contraían violentamente ante la presencia de tanta luz dura, se quejó con un gemido y los cubrió con las manos.
Cuando su visión se acostumbró sacó las manos de su cara y lo que vió lo asustó ligeramente, ¿Qué hacía en una celda de una comisaría? Y lo más importante ¿Qué mierda hizo para estar ahí? Al parecer algo no tan bueno.
Se levantó y sintió como todo su cuerpo se tambaleó, se sintió muy mareado entonces solo volvió a tomar asiento sosteniendo su frente, ya no alucinada ni nada pero si se sentía extrañamente eufórico. Miró su reloj y quedó atónito, cuatro y media de la mañana, buscó exasperado en sus bolsillos el celular, pero no lo encontró.
— Eh... Hoola — le costaba demasiado hablar con coherencia — ¿Me podrían... A... Ayudar?... — no recibió respuesta inmediata.
No tan lejos podía oír - no con claridad, más que nada por su estado - que un oficial se discutía con alguna persona por teléfono, no decidió prestarle demasiada atención.
Luego de un rato, uno de los uniformados que lo había recogido se asomó a verlo, al notar que estaba despierto entró a la celda y lo saludó.
— Chico, ¿Como te llamas? No tenías ninguna identificación.
Peter tardó en captar la pregunta.
— ah, Peter... Parker — respondió hasta se podría decir algo inseguro de su nombre.
— ¿Necesitas algo? Perdón por la celda, no sabíamos donde dejarte.
— No, y no se preocupen... ¿Van a llamar a mi tutor?... — el policía asintió — oh... — no dijo nada más, luego el hombre se retiró.
Luego de que el oficial se marchara, se recostó sobre la larga banca de madera, la cabeza le reventaba y sinceramente las luces tan fuertes no ayudaban. Pasados como unos cuarenta minutos llegó él. Tony. Cobija cara de pocos amigos, no con una mirada de novio preocupado, sino, con una mirada de padre decepcionado. Horrible de ver para Parker.
Los policía lo soltaron y subió al auto, en todo el camino no dijo ni una sola palabra, tampoco Tony le dirigió la mirada, de más está decir que apenas y lo saludó cunado lo vio.
Llegaron al complejo y Stark fue directo a su habitación, ni las buenas noches le había dado. Peter caminó con sumo cuidado para no caer hasta su alcoba, ya eran las seis y pico de la mañana.
Se desabrochó el cinturón y se sacó el pantalón, estaba dispuesto a dormir sin más pero...
¿Y si se masturbaba antes y ya? Nada malo podía pasar.
Metió la mano bajo la ropa interior blanca y sostuvo su pene desde la base, se tiró en la cama e imaginó que Tony lo estaba haciendo.
Comenzó a agitar su mano de arriba a abajo,con rapidez pensando en todas las posibilidades que su mentor le podría brindar en el sexo.
¿Te gusta, underoos?
Imaginó con su voz y se mordió el labio inferior.
— S-sí, ah, no se detenga — suplicó movimiento mucho más rápido sus manos, gimiendo no tan alto para no alborotar a nadie con el ruido.
Eres un niño sucio. Mi niño sucio.
Volvió a imaginar la voz de su mentor, con ese simple hecho sintió como todo su cuerpo se estremecía
Siguió así por unos minutos hasta correrse dentro de sus bóxers.
Hora de dormir, pequeño pervertido
Cantureó el mayor.
Está de más mencionar que no se levantó para nada temprano.
Bajó a desayunar, o más bien almorzar, con una horrorosa resaca, con la pijama aún puesta y un terrible malhumor que evitó que dirigiera la palabra a cualquier adulto que estuviera frente a él, otra razón por la cual Tony se molestó aún más, sin mencionar que recibió una carta del colegio.
Tenía muchas razones para estar molesto y eso que aún no llegaban las fotos.
Pero realmente no tenía ganas para regañar al chico en ese momento, así que más a la tarde, o quizás día siguiente se vendría una no tan agradable charla.
***
UF, realmente no me gustó nada como quedó este capítulo.
Prometo esforzarme más para el siguiente
Batty❣️
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Días de colores [Starker] EDITANDO
FanfictionSolo Tony puede sanar las heridas emocionales que quedaron en Peter luego de todos los acontecimientos horribles. Edades: > Tony. 37 años > Peter. 17 años Nro 1 en "marvelgay" 18/03/21