Muestrales quien eres

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-¿Hay algún lugar cerca donde vendan comida vegetariana?-preguntó la cantante

-Si a dos cuadras hay un negocio donde preparan unos sándwiches y tartas deliciosas.-contestó la escultora.

-Buenísimo vamos. Dijo eufórica Lupe.

-Que bonita es tu ciudad Brisa.- dijo la extranjera mientras caminaban.

-Lo es. Mira esos árboles y las flores blancas que tienen... Me hacen recordar a los de las novelas coreanas. Los cerezos.

-Son tan hermosos como esos. Todo aquí es lindo. La gente es súper agradable.- expresó la cantautora.

Llegaron al negocio. Afuera se podían ver unas mesitas color lila y sillas muy pintorescas. El lugar era pequeño, pero muy bonito a la vista, simulando una panadería italiana. Se podía ver detrás del mostrador diferentes clases de panes, muy finos,rellenos y decorados con granas de colores, diversas facturas y pequeñas canastillas saladas.

 Se podía ver detrás del mostrador diferentes clases de panes, muy finos,rellenos y decorados con granas de colores, diversas facturas y pequeñas canastillas saladas

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-Cuantas cosas ricas. ¡Que tentación! Mira esas canastillas. Son grandes creo que con una estoy. Me voy a pedir la de calabaza y queso. ¿Vos cual quieres?

- Pedime una caprese. Se la ve muy tentadora.- respondió la escultora con la mirada perdida en el mostrador.

-¿Señoritas en qué puedo ayudarles?- dijo una señora mayor. Vestida con un largo delantal y las manos algo manchadas de harina.

- Hola quisiéramos dos canastas, una caprese y otra de calabaza y queso. Para comer acá y si pueden ser bien calientes.

-Muy bien señoritas. Tomen asiento afuera, que el día está hermoso. Ya se las alcanzo.

-Muchas gracias. -dijeron ambas al mismo tiempo.

-Ese muffin de chocolate relleno con frambuesa me está llamando. –dijo la escultora.-se fijó en la billetera y vio que se podía dar ese gusto, así que también pidió eso.

Se sentaron en la mesa de afuera y se quedaron mirando la naturaleza que las envolvía.

Llegó el almuerzo, la misma mujer, se acercó a alcanzarles el pedido. A pesar de sus entrados años, se la veía enérgica y muy amable.

-¡Que lo disfruten!- expresó la cocinera antes de retirarse.

-¡Gracias así será!- dijeron las jóvenes.

-¡Que rico está esto!- exclamó Lupe mientras un hilo de muzzarella se desprendía del apetitoso bocado.

-Toma acá tenes una servilleta, sino vas a llegar a ver los resultados oliendo a queso.- expresó Brisa riendo.

- Por un ratito viaje a través de los sabores, hay algo en este alimento que me llevó a mi bello país. ¿Me veo presentable ahora?- preguntó la joven mientras se limpiaba con la servilleta de papel.

Travieso destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora