Sword Art Online Alicization beginning Volumen 1

Prologo parte 1.

Calendario del Mundo Humano, Julio 372

Cogiendo el hacha.

Balanceándola hacia arriba.

Golpeando.

Puede que solo sean esas acciones, pero si la mente estuviera distraída solo un poco, la reacción del fuerte golpe a la madera rebotaría hacia ambos brazos implacablemente. Respiración, sincronización, velocidad, balanceo del peso corporal, todo esto tiene que estar perfectamente controlado desde el principio, transmitiendo el poder oculto de la hoja del hacha hacia el árbol, produciendo un placentero, limpio y agudo sonido.

Aunque entiendas la teoría, el hacerlo no es tan simple. Esta tarea le fue dada a Eugeo en la primavera cuando tenía diez años, y ya es la segunda vez que llega el verano desde que eso paso, sin embargo, el solo era capaz de obtener esa placentera retribución una de cada diez veces. Le dijeron otras personas que usaban hachas, que su predecesor, Garitta-Jiisan siempre golpeaba en el blanco, y que aun después de manejar un hacha tan pesada, nunca parecía cansado, pero apenas después de hacerlo cincuenta veces las manos de Eugeo se desvanecían, sus hombros empezaban a doler, y no podía levantar más sus brazos.

—¡Cuarenta y... tres! ¡Cuarenta y... Cuatro!

Él contaba con su fuerte voz para darse animo mientras golpeaba con el hacha el gran tronco del árbol, el sudor cayéndole en los ojos hizo que la vista se le hiciera borrosa, sus manos se le hicieron resbalosas, y su puntería iba empeorando. En parte gracias a su desesperación, el tomo la cortante hacha fuertemente y la blandió sobre su cuerpo.

—¡Cuarenta y... nueve! ¡¡Cin...cu...enta!!

Su último golpe fue una gran desviación a su común habilidad, golpeó la madera bastante lejos del profundo corte que ya tenía hecho en el tronco, produciendo un ensordecedor sonido metálico. Dada la reacción la cual podría haber sacado chispas de sus ojos, Eugeo tiró el hacha, se tambaleo unos pasos atrás, y se dejó caer en el grueso musgo.

Mientras respiraba ruidosamente intentando recuperar el aliento, escucho una voz mezclada con carcajadas a su derecha.

—El sonido bueno salió 3 veces de las cincuenta. Así que el total es, erm, cuarenta y uno huh. Parece que la recompensa de hoy para ti Eugeo, es agua Siral.

El dueño de la voz, quien estaba descansando tan solo un poco más lejos, era un chico de una edad similar. Eugeo no contestó inmediatamente, pero busco la cantimplora de cuero con agua y la tomó. Bebió bastante agua, la cual ya estaba caliente. Después de haberse puesto cómodo cerró la cantimplora con el corcho y dijo:

—Hmm, tu solo haces cuarenta y tres, ¿No es cierto? Te alcanzare en poco tiempo. Toma, es tu turno.... Kirito.

—Sí, sí.

Kirito era el amigo de la infancia de Eugeo y también su mejor amigo, al mismo tiempo, era su compañero en esta melancólica «Tarea Sagrada» desde la primavera del año pasado. Kirito limpió el sudor de su flequillo negro, estiro sus piernas y entonces se levantó. Pero él no levantó el hacha inmediatamente; su mano estaba en su cadera mientras miraba por encima de su cabeza. Atraído por lo que hacía, Eugeo también miró arriba hacia el cielo.

El cielo de mitad de verano del séptimo mes estaba ridículamente azul, y a la mitad de este estaba la diosa del sol Solus, cuyo brillo era una abrumadora luz que venía desde el cielo. Sin embargo, la luz era obstruida por las ramas del gran árbol que se extendían en todas direcciones, la mayoría de estas no llegaban al lugar donde Eugeo y Kirito estaban.

Al mismo tiempo incontables hojas del gran árbol devoraron la bendición del dios sol, al mismo tiempo sus raíces absorbían implacablemente el favor de la diosa de la tierra Terraria, permitiéndole recuperarse del duro trabajo de Eugeo y Kirito de cortarlo. Sin importar de lo mucho que trabajaran durante el día, después de una noche de descanso, cuando ellos volvían a la mañana siguiente, el árbol ya se habría recuperado la mitad de sus heridas del día anterior.