La Venganza ©

Capítulo 17

Alissa.

Por fin Gisele ha quedado en la universidad. Hablé a muchas universidades dónde era posible que ella entrará, pero no logré nada. Afortunadamente logré conseguir que entrara a la universidad de Columbia aquí en Nueva York.

No fue nada sencillo en poder hacer algo para que la aceptaran, debo admitir que gracias a Connie es que pude conseguir una beca para que Gisele estudie la carrera de arquitectura. Connie es un ángel.

Ella estudia en esa misma universidad y me ayudó bastante en que pudieran aceptarla, tampoco para ella fue fácil, pero logró hacerlo.

El día de la fiesta de compromiso de Gael, Connie y yo platicamos un poco sobre su vida y a que es lo que se dedica, cuando me dijo que estudia en la universidad donde yo quería que Gisele fuera, le conté de mi situación de lo que pasaba con mi hermana. Entonces, no lo dudo ni un minuto y ella sola se ofreció a ayudarme a que Gisele pudiera entrar.

No fue sencillo para mí en aceptar algo que viniera de ella, pero admito que en esta situación no lo dude ni un segundo en aprovechar esta oportunidad, no podía dejarla pasar tratándose de mi hermana y su futuro.

Sé perfectamente que es hermana de Gael, pero puedo notar que ella es muy diferente a todos ellos. Puedo decir que hasta me cae bien, y si yo no tuviera problemas con su familia, hasta pudiéramos ser buenas amigas. Incluso Gisele también pudiera ser amiga de ella. Espero que ambas se lleven bien.

Obviamente no le diré nada a Gisele de quien es ella, y espero no lo descubra. No quisiera tener que dar explicaciones. Tampoco me gustaría que Gisele me reclamará por todo esto que estoy haciendo, no sé cómo vaya a reaccionar si se entera de todo.

En fin, algo bueno tenía que haber salido de esa estúpida fiesta a la cuál no quería ir, pero Marco me convenció para que lo hiciera. No sé cómo es que lo hizo, pero me convenció.

Flashback

Día de la fiesta de compromiso.

—No quiero ir a esa fiesta. Marco, de verdad no quiero ir a esa fiesta. Tu más que nadie sabe que no quiero estar en un lugar donde están todos los malditos Richardson. No quiero ver como ríen y disfrutan de la vida mientras por su culpa personas inocentes sufren dentro de una prisión. Estoy segura que no podré soportar en guardarme todas mis palabras.

—Alissa, sé perfectamente lo que sientes y todo por lo que has pasado por culpa de esa familia, en especial por culpa de Gael. Pero eso no significa que debas comportarte de esa manera. Eres una mujer adulta que puede comportarse como tal. Además, si te pido esto no es por ti sino por Max y la relación de amistad que tenía con Gael. Ellos dos eran amigos en la universidad. Eran los mejores amigos.

—Eso ya lo sé, pero ¿Eso que tiene que ver en que yo asista a esa fiesta? En verdad, no quiero ir. No podré estar ahí respirando el mismo aire que ellos. Me voy a asfixiar con tanto veneno. Sé que puedo controlarme, pero honestamente no me siento con ánimos.

—Alissa —suspiró Marco con cansancio—, está bien, también míralo de esta forma; al amigo hay que tenerlo cerca, pero al enemigo mucho más cerca. Piensa que es tu oportunidad de darte conocer, de deslumbrar en esa fiesta. De demostrarle a Gael que no lo odias —si supiera que no lo soporto—, de llegar con la frente en alto con toda esa familia, y que cuando sepan quién eres en realidad, vean que no eres como ellos, y se den cuenta de la mujer madura, firme y educada que eres, como te enseñaron a ser tus padres—. pienso en cada palabra que menciona. Mi cabeza da vueltas e intenta llegar al punto donde tome una decisión que no me afecte.

Como dice Marco es una oportunidad.

Me levanté de mi asiento y comencé a dar vueltas por toda la oficina.

—No lo pienses tanto, no es como si te estuviera pidiendo algo difícil —no es difícil, pero si es incómodo. Bien creo que debo confiar en él.