—Así que muchas gracias por hacer parte de esta linda historia, pero sobre todo por acompañarnos el día de hoy—Las palabras de Sasha Fitzpatrick estaban cargadas de emoción. Milena quería casarse y lucir tan emocionada como ella al dar las gracias en su cena de aniversario.
Simón Fitzpatrick lucia sexy y muy domestico a su lado, llevaba una camiseta de cuero negra, vaqueros y una camiseta blanca llena de rotos, nunca le había gustado esa moda, hasta que la vio en él en ese instante. Pero su mente se encontraba volando a espacios no explorados debido a la ternura que le causaba el hecho de tener al hombre a su lado alimentado a su sobrina.
—Milena, ¿sabías que Tío pollo siempre me regala libros? —la pequeña rubia dejo de prestarle atención a su idolatrado tío y miro a la morena que se encontraba mirándolos embelesada. Al escuchar la voz de la niña salió de su sueño tonto—. Él siempre me regala muchos libros, muy coloridos, también baila conmigo y me ama mucho.
—No lo dudo ni un segundo—respondió la morena—. Tengo claro que tu tío pollo te ama demasiado, y no, no sabía que te regalaba libros. ¿Los lee para ti?
—¡Oh sí! —exclamo Esther. Eso causo una risa picara en el chico que en las últimas horas estaba causando más dolores de cabeza, sentimientos encontrados y locura de la que alguna vez algún hombre o él en el pasado le había podido causar— Mi favorito es el rey león, es un hermoso cuento, incluso vimos la película juntos.
—Es una gran película—intervino Simón. Milena miro a ambos antes de soltar rápidamente las palabras.
—No me maten, pero jamás la he visto—después de decirlo rápidamente le pego un mordisco al cupcake que tenía enfrente suyo para no tener que dar explicaciones.
—¡¿Qué?! —el grito de Esther hizo que varias personas voltearan a mirarlos, Sasha y Mateo miraron a la mesa y al ver que la chica se escondió dramáticamente en el cuello de Simón se cayeron en cuenta que no era nada del otro mundo más que su hija siendo su hija—. No quiero ver esto tío pollo.
—¿En serio nunca has visto el rey león? Milena, anota esto como la cosa numero dos que tenemos que hacer a partir de este nuevo comienzo de amistad entre tú y yo—Esther se recompuso nuevamente en las piernas del oji azul y miro a la morena que comía con tranquilidad lo que faltaba de su cupcake—. Cosa número dos, ver la película.
—¿Puedo verla con ustedes cuando lo hagan? —pregunto Esther. Simón atrajo a la rubia a sus brazos y le regalo muchos besos en las mejillas causando que ella riera a por montones. Rápidamente paso por la cabeza de Milena un símbolo gigante de "advertencia" porque sabía de algún modo que su conversación de hace unas horas sobre ser "amigos" y "no enamorarse" se iba a ir por la borda si el hombre presente frente a sus ojos seguía mostrándose como un buen prospecto de padre para el futuro.
—Obvio que puedes—respondió la morena para poder así pensar en otra cosa en el momento—Es más, creo que es una gran idea, puedo hacerte palomitas.
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ARRIÉSGATE CONMIGO | LIBRO #3 |
Teen FictionSimón Fitzpatrick tenía sueños, su vida puesta en una balanza eran más cosas buenas que malas, era maravillosa, hasta que vio como el sueño que había construido durante toda su vida se destruyó en pocos segundos. Para un deportista decirle que no p...