Amanecer y atardecer.

Hola, extraño.

Fueron contadas las veces que funcionaba algo cuando nos poníamos de acuerdo. 

Nunca nos interesó un nombre para esto tan peculiar, lo llamemos así, no hay nada que podamos solucionar, hoy, Extraño, te hablo a ti, sé que me escuchas en la madrugada y en el atardecer. Cuando el silencio por fin está al tope, ahí estoy yo. Que me creo algo especial, si. De buena o mala manera lo soy. Que nos soy tu tipo, lo sé. Pero que importa sí hay deseo. 

Que voy a morir, ya no vivo. Las cosas son sencillas, yo sólo quiero mi carta. 

Que no quieres amor, nunca lo ofrecí. Las cosas que son atención van con cariño y amor por simple hermandad. No sé cómo te han tratado, pero, sabes que mi trato como amante, como pareja, no es así. 

Quitemos está página. Porque hoy, se cumple el año de nuestro primer beso. El que tu no pensaste y del que te arrepentiste muchas veces. Abriste brecha, la opción está, de declina por el momento, pero no llegues tardes. Sólo recuerdalo. 

Hoy cuando estaba junto a ti, extraño. Mi amargura salió a flote, me caíste mal. No te culpo, no sólo fuiste tu. Salió a flote la que, según yo, ya había muerto. Pero me alegro de que este allí. Ahora, haré que ella tomé el control. Por mi bien, hoy hiciste un acto de mera humanidad. Hoy no te controló tu egoísmo. Sólo no me retes a irme. Y sí lo haces, jamás me verás. Estoy segura que lo harás. Y estoy esperando. Mi egoísmo ahora está herido. Ya compré el vino, lo tengo en mis manos para este lunes tan perfecto. 

Escucharás mi voz en el silencio, y será tu tormento. 

Con mucha emoción por la despedida. 

Tu luna.