CHAPTER IV - La llamada.

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-¿Como estás Hachiro?
Entro a su mugrienta guarida, una fábrica abandonada, no sé cómo siempre está impoluto viviendo entre tanta mierda.
-Señor R -Me saluda mientras afila sus katanas.
-Tenemos un trabajito entre manos.
-Soy todo oídos.
-Largaos -Les digo a los T4, aunque son un puto incordio los necesito siempre a mi lado para que me hagan de guardaespaldas. Ser tan importante implica tener muchos enemigos. -Vamos a acabar con los putos conservacionistas, al menos con su ejército, y sabes que necesito que te encargues tú de eso.
-Interesante -Termina de afilar las katanas y se pone a comprobar sus armas de fuego. -Necesitaré más arsenal.
-Lo tendrás.
-Y veinte kilos de C4 -Añade.
-Ya estás tramando un plan ¿no?
-Mi capacidad de razonamiento y planificación siempre será superior a la de cualquier fusionado.
-Por supuesto -Pongo las manos en alto y sonrio. -Toda una máquina de matar. Te iré consiguiendo todo eso poco a poco. -Le doy una palmada en su metálica espalda y me dirijo a la salida.
Un rato más tarde llego a mi apartamento, en la planta 120 de un rascacielos del centro de la cuidad, con tres plantas y todo tipo de lujos. Aunque todo el edificio es mío, obviamente puedo permitírmelo. Los T4 se desperdigan por la casa y yo cojo una botella de ginebra y me siento en el sillón. Como ha cambiado todo... Contemplo la cuidad con la oscuridad de la noche llena de grandes edificios y de contaminación. Contaminación acústica y medioambiental. Esos conservacionistas sólo deberían dedicarse a limpiar la mierda no a, además, cargarse a gente que hace negocios. Yo les cortaré ese rollo de justicieros que han obtenido en los últimos años.
*Dos días despues*
-Señor Alexby le está llamado -Un T4 irrumpe en mi despacho y procede a mostrárme la imagen holografica de Alex al otro lado. -Hey Rubius -Solo mis amigos me llaman como en el pasado. - Tengo lo que andabas buscando.
-Cuéntame.
-Te pasó la ficha y todos los datos que he recabado.
Me llega un aviso al panel de mi escritorio deslizó para abrirlo y observo.
-¿Una tía? ¿Eso es lo que has conseguido? ¿Que va a hacer una piva? ¿Chuparmela?
-Rubius hazme caso y lee su ficha, podría estar perfectamente cualificada para ser la mercenaria que buscas.
Vuelvo a mirarlo y comienzo a leer... Kitana, 28 años, ex soldado de las fuerzas nacionales, lleva 4 años como mercenaria, ha huido de la ley en varias ocasiones y su expediente está lleno de unos excelentes dotes (cómo ha mencionado Alexby), no se sabe dónde reside ni si tiene pareja, tampoco aparece ningún pariente...
-No sabemos mucho de su vida personal...No me gusta que sea humana ni que sea tía -Recalco.
-Bueno lo de ser humana sabes que tiene solución.
Pongo mi mano sobre la barbilla. Hachiro trabaja par mí pero solo en temas importantes y su sueldo me sale muy caro. Necesito a un mercenario que pueda arreglar mis cabos sueltos y hacer todo lo que le pida.
-Contacta con ella. Veremos a ver cómo es realmente...
[Narra Kitana]
Estoy dando una vuelta por la calle, Zed me ha dado unos días libres por si me salía esta nueva misión. No puedo ni acercarme por allí, si está gente me quieren con ellos no me van a quitar el ojo de encima. Así que me hospedo en casa de un amigo de Takeshi, que es un simple mecánico y que por gajes del oficio tiene su casa hecha un asco. Por ello intentó pasar el menos tiempo posible  aquí.
Estoy sentada en el banco cuando noto que me llaman. Levanto el brazo y pulso al reloj que tengo en la muñeca. Sale un mini holograma con un robot, creo que es un modelo T4.
-¿Es usted Kitana?
-Correcto -Digo con seguridad.
-Preséntese esta noche en la siguiente dirección -Aparece la calle en el holograma- Venga sola. No haga preguntas. Finalizando llamada.

Nothing to lose [Rubius]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora