El Vestido Rosa [One-Short BL]

Capitulo único

Narrador omnisciente:

Se encontraba un joven de 16 años de edad, terminando de desempacar sus cosas y acomodar las en su cuarto, recientemente se había mudado a esa casa junto con sus padres, porque estos por cuestiones del trabajo se tuvieron que trasladar a otra ciudad, para el menor no fue de mucha molestia, ya que no tenía muchos amigos; bueno regresando al presente, el menor había terminado de ordenar su habitación, y se hallaba dándose una ducha, para luego salir a conocer la cuidad un poco. El salir del baño el menor se secó sus oscuros cabellos color noche, se colocó un vestido rosa pálido, que tenia bellos detalles de encaje blanco, se puso una ligera sombra de ojos sobre los párpados de sus ojos zafiros, luego aplico unos leves brillos sobre sus pómulos resaltan dolos junto con sus pecas color café, y por últimos unas medias de encaje blancas con unos zapatos color negro.

Salió de su casa tranquilo y se puso a caminar por las calles que se encontraban casi vacías al ser domingo por la tarde, mucha gente se encontraba durmiendo, y no había muchos locales abiertos. El pequeño siguió caminando hasta que vio un pequeño restaurante del cual salía un delicioso olor a comida, y le empezó a entrar el hambre al menor, y ya eran las 7:30 de la tarde, y desdé el almuerzo que no comía, por lo cual deicidio entrar al local, pidió un té y una porción de Lemon Pai.

Luego de terminar su pedido, pagó y se puso a camiar tranquilamente por las oscuras calles de la cuidad, ya eran las 8:20, y tenía tiempo para pasear un rato más, por lo cual fue a un plaza y se puso a observar las estrellas desde una banca, y se relajaba en el asiento en el que se encontraba. Al cabo de un rato se paró de la banca donde estaba y se fue camino a su casa tranquilo, al llegar a esta, fue a su habitación donde rebusco entró los cajones hasta que encontró una tarjeta la cual tomó, junto con su celular y lo guardó en un bolso que estaba escondido bajo su cama, lo tomó para salir de su casa, eh ir hasta un bar, un tanto antiguo y con poca gente en este; el menor se acercó a la barra, donde le mostró la tarjeta al barman, quien le entrego un juego llaves y le señalo discretamente una puerta,mientras comenzaba a limpiar la barra, y le devolvió su tarjeta al menor, el cual una tomo las llaves y su tarjeta, fue hasta la puerta la abrió eh ingreso dentro de esta.

Cuando pasó la puerta se puso ver un lujoso pasillo el cual conducía a una planta llena de habitaciones de las cuales a podían oír gemidos si es que te acercabas mucho a la puerta, dado a que las habitaciones estaban construidas de forma tal que el sonido no saliese de estas, y nadie sospeche que ese bar también contaba con instalaciones con fines sexuales, en fin, regresamos con nuestro protagonista,el se encontraba caminado por los pasillos, hasta que se paró frente a una puerta color verde marino, y utilizando la otra llave que le dio el barman ingreso en esta. Al ingresar en la habitación un olor a rosas invadió las fosas nasales del menor, quien quedo encantado con ese olor, seguido se sacó la falda superior de su vestido, dejando así, una falda más corta la cual daba una perfecta vista a sus muslos, quien luego de haber colgado su bolso, se sentó tranquilo en la cama.

Minutos después de que el menor allá ingresado en la habitación, un hombre de unos 27 y 28 años de edad ingreso en la habitación, este tenía una hermosa piel color canela, que hacía juego con su cabellera pelirroja, y unos ojos marrones claros muy bellos, traía puesta una camisa a cuadros, unos jeans negros y unas zapatillas del mismo color, a simple vista se podía divisar que tenia un cuerpo bien trabajado. En una de sus manos tenía una caja de bombones,y un la otra un maletas de tamaño mediano.Este se acerco al menor mirándolo bien de pies a cabezas,para luego decir con una voz gruesa y dominante:

-Tú eres el nuevo juguete que nos han mandado?-le dijo sin quitar la mirada de la pálida piel del menor mientras que se relamía los labios;ante esta pregunta el menor únicamente asintió con su cabeza de una forma muy sumisa.-¿Cuantos años tienes?-le pregunto nuevamente el mayor, sin quitarle los ojos de enzima.