Sólo Negocios - Serie: Agencia Matrimonial - 02

Capítulo VII

A. J. Phoenix

—¡NO PUEDE SER!, —gritaba Sandra en su oficina; mientras arrojaba todo lo que encontraba y podían agarrar sus manos en aquel pequeño despacho privado que se había ganado, tras haber sido promovida hacía nueve meses a editora en jefe de las noticias de farándula y espectáculos, el espacio era parte del convenio del periódico con la red de televisión NTV en su sede en San Alba, al haber sido escogida como la entrevistadora para la sede local de la televisora en esos temas. —¡TODOS TIENEN FOTOS Y SABEN DEL ASUNTO, MENOS NOSOTROS!

—Cálmese jefa, —trataba de tranquilizarla Lucas.

—¡QUÉ ME CALME, QUÉ ME CALME, LA MALDITA PERRA DE LA MAÑANA DIO LA NOTICIA ANTES, Y LUEGO TODAS LAS TELEVISORAS, TODAS MENOS NOSOTROS SABÍAN!, ¿QUIÉN LES DIJO?, ¿CÓMO SUPIERON?

—Hice unas preguntas jefa, según unos amigos en NTV, hubo una subasta, que habían más de veinticinco personas pujando en linea, entre periodistas de las distintas televisoras, de las radios, de casi todos los periódicos y las revistas de variedades. Todo fue muy rápido, pero sólo podían pujar los que habían sido invitados, amigos al enterarse de lo que ocurría intentaron entrar en la subasta y no pudieron ofertar; me dijeron que al parecer alguien sabía del asunto y cuando se hizo oficial lo de la solicitud de nacionalidad del marica ese, quien tenía copia del expediente completo los puso a todos a pelearse por la primicia, quien haya sido, según mis amigos que estaban mirando la pantalla, fácil se llevó más de un millón en dolares americanos.

—¿Y por qué nadie me dijo de la subasta?..., —reclamó la mujer, —¿dónde está la dirección de esa pagina? —dijo luego la mujer agarrando el teclado del computador que aún permanecía a salvo de la furia de la mujer, tratando de serenarse y esperando la dirección de la pagina en la red.

—Apenas se cerró la subasta, todo duró menos de media hora y la pagina desapareció de la internet; muchos pensaron que había sido todo una estafa y los que pujaban en la subasta empezaron a llamarse entre sí, pero cuando un niño entró y entregó un sobre con copias en físico y digitales de todo lo pagado a Sofía Meller, quien había ganado la primicia, todos se tranquilizaron; a la media hora como se había prometido todos tenían su parte de la noticia.

—POR DIOS, NO PUEDE SER, FUE ÉL, ..., —grito nuevamente Sandra.

—¿Quién, quien fue qué?..., —preguntó intrigado Lucas.

—PHOENIX, FUE PHOENIX, eso dijo la bruja esa, no te acuerdas, dijo que Phoenix pronto regresaría y que me haría tragar la tinta con que lo hundí. —La mujer cayó sobre el asiento. —Todo esto es un teatro, es falso, —dijo la mujer sonriendo para sí. —Si Phoenix realmente esta casado desde hace un año con un gay, yo soy la reina de Inglaterra.

***

Tres horas después Lucas regresa al despacho de Sandra. En un momento pensó que la mujer y su obsesión con Phoenix la estaban trastornando, que ya estaba perdiendo la razón; pero se puso a revisar los pocos correos que habían estado recibiendo sobre Phoenix días atrás, y no tuvo que revisar mucho. A. J. Phoenix había desaparecido del radar desde mediados de mayo; era como si se lo hubiera tragado la tierra.

Los vecinos que lo espiaban en su apartamento en el centro de la ciudad nunca vieron cuando salió; se enteraron que se había mudado cuando a fines de ese mes una empresa de mudanza vino a recoger todas las cosas personales y el sitio era alquilado a turistas temporales en junio. La única pista en ese entonces la había dado la vieja chismosa del piso inferior, cuando él fue a indagar, la mujer mayor reportó a un tipo con pinta de delincuente que había descendido con ella por el ascensor. El guardia de seguridad confirmó haber visto a aquel sujeto, pero no sabía de que apartamento venía, pero si que tras su salida jamas regreso; pensó entonces que se trataba de alguno de esos que entregan paquetes, y que seguramente había subido en su cambio de turno.