El incendio de Siberia

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Nota de la autora: Bien esta historia esta más que nada se basada en mi deseo que las cosas en Siberia llegaran pronto a mejorar, espero que nadie se moleste por ello. Y Esta historia surgió gracias a Quetzal México de y luego de ver un ask que preguntaba que clase de deidad seria Rusia y bien... este me gusto mucho para él. Disfruten.

Desde sus más tiernos recuerdos, él recuerda el bosque... su suave canto en las noches; sus aromas y bestias. Ahí todo era perfecto; todo era bello, hasta las cosas muertas también lo eran...

Extraña mucho el lugar donde nació, lejos de el... se siente vacío, incorrecto, juzgado...

Él solo desea llegar pronto a casa...

Rusia se despierta violentamente de su sueño, cuando un gran peso cae repentinamente a su lado.

-Uhgg- solo puede decir con un poco de dolor y molestia el soviético, pero ese sentimiento no dura luego de recibir algunos besos de su novio que le da los buenos días, muy a su forma de ser.

-Buenos días Ruru ya es hora de levantarse de la cama dormilón- dice México al momento de que le da un poco de espacio a Rusia para que pueda incorporarse de la cama.

Al momento que Rusia se incorpora de la cama, México puede observar con detenimiento como a Rusia le cuesta mucho salir de la cama, como si tuviera dolor corporal. Al principio al ver esto, tenía planeado burlarse del soviético por si había sido demasiada emoción, la de ayer en la noche para el poderoso Rusia; pero sus ganas de bromear al respecto se desvanecen a medida de que puede ver, que donde antes estaba recostado Rusia ahora hay un gran cumulo de cenizas negras. Esto sumamente preocupa al mexicano pues está casi seguro de que Rusia se había ido a dormir recién bañado.

-¿Rusia... te encuentras bien?- pregunta con preocupación e interés por el ruso a medida que se acerca nuevamente a la cama.

-Rusia al principio quiere hacerse rudo al respecto y no preocuparlo al respecto, pero cuando México quiere tocar las cenizas que ahora se encuentran debajo de él en la cama, prefiere quitar la mano de México de la cama y contarle solo una verdad a medias.

-¡Oh! ¿Eso? Es probablemente que se haya desatado otro incendio forestal, pero descuida esto es muy normal en esta época del año, solo me encuentro un poco adolorido pero eso es todo. Esto se me pasara rápido, Siberia está más que preparado para lidiar con estos incendios. No tienes de que preocuparte amor yo...-pero antes de que pudiera decir algo más la mano del mexicano viajo rápidamente y sin escalas hasta su frente.

-Creo que tienes fiebre Ruru, mejor hoy nos quedamos- dijo México sin creer del todo en la palabra de Rusia, en eso se parecía mucho a su padre URSS, fue capaz de sonreírle con cariño a México mientras vivía los horrores del hambre con el bloqueo económico; y no fue hasta que el gran URSS se desplomo sobre México que por fin tuvo los huevos de admitir que estaba al borde de las lágrimas por tal situación. México sabia mejor que nadie como podían de ser de tercos estos soviéticos.

-No en serio no hace falta Taquito- quiso insistir Rusia quitándose con cariño la mano del mexicano de su frente- Esto para mí es como un simple resfriado y además no quiero que tu ultimo día en mis tierras te quedes sin disfrutar un poco de Novosibirsk, es una de mis ciudades favoritas y quiero que la conozcas, te prometo que todo va a ser tranquilo, ¿de acuerdo amor?- dijo con cariño esperando así poderlo tranquilizar.

-¿Me prometes que si esto se pone muy mal, nos regresamos rápido?- dijo México resignado, pues sabían cuan tercos podían ser los soviéticos...

-Te lo prometo amor- dijo con tranquilidad Rusia habiéndose creído vencedor de esta charla con el mexicano- Ahora ¿qué tal se pones la tetera mientras yo me doy un baño?- dijo con ánimo Rusia mientras se levantaban de la cama.

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⏰ Last updated: Sep 22, 2019 ⏰

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El Dios del BosqueWhere stories live. Discover now