Izuku Midoriya era un adolescente más de la U.A, un fanboy de All Might, pero mentiría si decía que no era un cursi, porque si; amaba todas esas películas acarameladas (y hasta un poco trágicas) que Ochako ponía en sus viernes de películas, porque deseaba tanto aquello que todos los protagonistas de esas cursis películas poseen (y no, no eran sus bellos rostros, ni sus esculturales cuerpos lo que envidiaba) todos ellos amaban a alguien y alguien les amaba de vuelta, pero era un amor que él no había experimentado, no era como el amor de su madre, como el de Tenya u Ochako, ni siquiera como el de All Might (que en su defecto era como el de un padre), era tan diferente, hasta podría decirse que era raro, y no es que Izuku fuese tonto y no supiese que ese amor existe o algo parecido, mas bien era MUY despistado, sip eso mismo era. Porque aunque estuviese enamorado de alguien no sabía distinguir sus sentimientos, como en la secundaria que a pesar de los constantes abusos y humillaciones se enamoró de Katsuki, o como él le decía "Kacchan" pero no lo supo hasta que en la preparatoria se lo contó a Ochako y ella tan impresionada como un poco ¿temerosa? (bueno el lo había percibido así) le explicó su situación.
-Deku-kun estás enamorado, esa opresión en el pecho al pensar que algo malo le pase, el pensar siempre en su bienestar, el tener esa sonrisa boba al pensar en él, todo eso es amor Deku-kun.
Eso le había dicho Uraraka, y se sintió tan tonto por no haberse dado cuenta antes porque ¿quién diablos se conocía tan poco como él para no saber que estaba enamorado?
-No te preocupes Uraraka-san, de todos modos eso pasó en secundaria y aunque me hubiese dado cuenta de mis sentimientos no habría hecho nada porque vamos ¿no crees que Kacchan me hubiese volado la cabeza antes de terminar de confesarme?
Luego ambos rieron por lo cierto de las palabras de Izuku. Y bueno si el pobre Izuku no se daba cuenta de sus propios sentimientos menos se daría cuenta de los sentimientos que distintas personas albergaban por el. Como aquella vez que Uraraka se le declaro, o Iida, o Kirishima, o Asui, o Shinsou, o.... bueno se entendía el punto. Y si, a todos ellos los rechazó, porque a pesar de que eran buenas personas y de que les quería, no se veía en una relación con ninguno de ellos. Porque todos ellos eran una forma de amor tan diferente a lo que él necesitaba y quería. Uraraka era una persona dulce y amable (aunque daba miedo cuando se enojaba) era demasiado amor para él, algo demasiado rosa. Iida era una persona realmente buena y muy recta pero sentía que estar en una relación con el seria como estar con su madre, "no hagas eso Izuku", "eso esta mal Izuku", "no comas de esa forma Izuku", "Izuku esto", "Izuku aquello" y él no quería ni necesitaba aquello, porque era un amor demasiado azul. Kirishima era tan fuerte, amable y varonil, como un pequeño sol andante, pero Izuku buscaba algo menos varonil, algo que al abrazarlo no sentía que lo rompería, algo menos amarillo. Asui era buena persona pero algo extraña, no sabía qué esperar exactamente de ella, reaccionaba de distintas formas hacia un mismo tema, un dia estaba de acuerdo y al siguiente no, era algo raro, definitivamente no necesitaba un amor así de verde. Y por último pero no menos importante estaba Shinsou con quien siempre se sentía cómodo ya que lo entendía, pero Shinsou era demasiado callado y reservado, era una persona cálida, pero Izuku no necesitaba un amor asi de morado, así un tanto distante. Todos ellos habían entendido los sentimientos de Izuku y de hecho seguían siendo amigos, poco a poco habían encontrado el amor; como Asui que despues de un tiempo empezo a salir con Tokoyomi, o como Ochako e Iida que se dieron cuenta de su amor el uno por el otro, luego estaba Kirishima que ahora salía con Bakugou y Shinsou que le había brindado una oportunidad a Kaminari.
Le alegraba que todos sus queridos amigos por fin encontrasen a alguien que les quisiera como ellos necesitaban. Pero a pesar de eso una parte de él estaba triste porque bueno, él estaba solo, no es como que Ochako o Tenya le hubiesen hecho a un lado pero el romanticismo estaba en el aire, y el queria algo asi, un amor dulce, un amor amable, un amor tan rojo, tan romántico como el de los dramas coreanos que le gustaban a Yaomomo.
